domingo, 29 de enero de 2012

CARTA A LOS MAESTROS Y PADRES DE FAMILIA. X




            CARTA A LOS MAESTROS Y PADRES DE FAMILIA X
                     DESCENTRALIZACIÓN DE LA EDUCACION.


Apreciados colegas y amigos
Venezuela  es un país extenso y muy variado, entre una y otra región o localidad se presentan grandes diferencias. Además, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela la define como “un Estado federal descentralizado” Por estas razones, es un absurdo que, sin conocer la realidad y lo que sucede en cada localidad, se tomen todas las decisiones y se dirijan todas las acciones que atañen a la educación desde Caracas. Para  que funcione bien, la educación debe ser descentralizada.

El Ministerio de Educación es el órgano rector del sistema educativo encargado de definir las políticas educativas nacionales; de coordinar, supervisar y evaluar el cumplimiento de esas políticas a escala nacional, regional y local y de evitar los desequilibrios entre las regiones, pero debe dejar la ejecución de los programas a las instancias regionales, municipales y a cada institución educativa según el caso de que se trate. Por ejemplo, cuando se trata de la enseñanza-aprendizaje de la Geografía de Venezuela y se estudia la agricultura, no puede hacerse de la misma manera en el Llano que en Los Andes porque, entre otras razones, en el primer caso para arar la tierra generalmente se usan tractores y, en el segundo es frecuente que se empleen yuntas de bueyes. Tampoco es lo mismo educar en la ciudad que  en el campo, o en los sectores de mayores recursos que en los más necesitados. Los programas deben ser los mismos para todo el país, pero no deben tomarse como “camisas de fuerza”, sino que el maestro o profesor debe adaptarlos a las características propias de cada región o lugar.

Cuando nosotros estuvimos al frente del Ministerio de Educación, uno de los principales objetivos fue poner en marcha la “Reorganización y Descentralización del Ministerio”. Esto no fue fácil debido a las características, a la magnitud de este despacho y a lo delicado  e importante que es el servicio que él presta. Pero, sin embargo, pudimos avanzar bastante porque tuvimos el apoyo del ciudadano Presidente y de los gobernadores de los estados, y el programa fue dirigido por un equipo que trabajó en la COPRE para hacer las propuestas sobre la descentralización en materia educativa. En el Ministerio este programa lo coordinó la doctora Elena Estaba.

A pesar de las dificultades, cuando entregamos el Ministerio ya se había aprobado un nuevo reglamento orgánico. Con base en ese reglamento se puso en marcha una nueva estructura ministerial, la cual contempla la eliminación de tres direcciones generales, la implantación de nuevas unidades administrativas y la reducción de personal. Todos los estados estaban involucrados. Lara, Aragua y Nueva Esparta se encontraban en pleno proceso de asunción de competencias y Barinas estaba por firmar el respectivo convenio. En cinco estados, ya se había nombrado una autoridad única para dirigir la educación y eliminar la duplicación de esfuerzos y de gastos que existía cuando había una  Zona Educativa que dependía del Ministerio y una Dirección de Educación que dependía de la gobernación del Estado. Todos los programas que se iniciaron en nuestra administración los ejecutaba el Ministerio junto con las gobernaciones y las alcaldías. La apertura del año escolar, las estadísticas, el control de estudios, de los colegios privados, de los programas socioeducativos, entre los cuales estaba el “Programa de Alimentación Escolar” (PAE) y la elaboración del currículo complementario regional, pasaron a ser competencia de las entidades federales.

Con las gobernaciones estábamos adelantando el censo del personal y el inventario de bienes muebles  e inmuebles. Esta información es indispensable para saber qué recursos humanos, físicos y presupuestarios debería proporcionar el Ministerio a las gobernaciones y para facilitar la gestión del sector. Para sufragar los gastos que originaban estos trabajos disponíamos de los recursos financieros que nos proporcionaba el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), de acuerdo con el contrato de préstamo firmado, en 1993, entre la República de Venezuela y dicho Banco, y ya habíamos comenzado a transferir al Distrito Federal y a los estados Aragua, Barinas, Carabobo, Cojedes, Guárico, Lara, Mérida, Nueva Esparta y Zulia la cantidad de 1.198.064.424,25 bolívares.

Cordiales saludos de su colega y amigo
                                                            Antonio Luis Cárdenas Colménter

alcardenas@cantv.net

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