CIVISMO CONTRA BARBARIE Y VICEVERSA
PRIMERA PARTE: SIGLO XIX
Antonio Luis Cárdenas
Colménter
La historia de Venezuela ha sido un continuo
batallar entre la barbarie y el civismo. La Independencia se inspiró en las
ideas de los filósofos que orientaron la Revolución Francesa que predicaban la
lucha por la libertad, la igualdad y la fraternidad.
Pero terminada la Guerra de Independencia y disuelta
la Gran Colombia, el general José Antonio Páez quedó como el hombre fuerte y
jefe supremo de Venezuela El Congreso reunido en Valencia en 1930, llamado ¨La
Cosiata , ante la opinión predominante y en especial la de los caraqueños, decretó la
separación de Venezuela de la Gran Colombia y nombró a Páez, que era el único
caudillo, Presidente, con él comienza la figura de Presidente-Caudillo que se
extiende hasta la muerte de Juan Vicente Gómez en 1935, razón por la cual
Mariano Picón Salas dice que el siglo XX
comenzó en Venezuela ese año.
Con Páez se inicia un largo período de caudillismo y
gobiernos militares. La Constitución de 1830 fue cambiada en 1857 y de ahí en
adelante. los gobiernos no la respetaban y la cambiaron según su conveniencia.
Al terminar el primer período de Páez se presentó una fuerte lucha entre los
partidarios del civismo que apoyaban la candidatura del doctor José María Vargas,
y los que apoyaban al militarismo cuyo candidato era el general Santiago
Mariño. Finalmente, el Congreso eligió al eminente médico doctor José María
Vargas quien gobernó durante pocos meses, entre 1835 y 1836, ya que,
lamentablemente, se impuso la barbarie y Vargas fue sacado del poder por un
golpe militar. Cuando Pedro Carujo lo increpó: ¨Señor doctor el mundo es de los
valientes, el doctor Vargas le contestó: usted está equivocado, el mundo es del
hombre justo y honrado (En esas frases vemos retratados a la barbarie y al
civismo). Páez repuso en el poder a Vargas, pero al poco tiempo él renunció. El
período que le correspondía a Vargas lo completaron sucesivamente tres
presidentes encargados: Andrés Navarrete, José María Carreño y el general
Carlos Soublette (1836-1839).
En 1839 fue elegido por el Congreso para un segundo
período el general Páez quien al término de este período en 1843, entregó la
presidencia al general Soublette quien había sido elegido, también en
elecciones indirectas, para el siguiente período que terminaría en 1847. La
presidencia de Soublette, quien era partidario del civismo, se distinguió por
el estricto respeto a la Constitución y a las leyes.
Antes de seguir con la sucesión de presidentes
considero conveniente caracterizar al caudillo. Tomás Polanco Alcántara define
la condición de caudillo como: ¨personal, no se hereda, no se cede, no se
endosa, no se transmite. Se es o no se es caudillo.¨ (´Ponencia II: Páez y el
Caudillismo del Siglo XX presentada en el V Centenario Venezuela y publicada
por la Fundación V Centenario en ¨Repaso
de la Historia de Venezuela´, Caracas, noviembre de 1998, pag. 197.)
De Páez podemos decir que fue un hombre fuerte, pero
no un bárbaro. En una carta que dirigió Antonio Leocadio Guzmán al redactor del
Liberal a fines de 1839, dice: ¨es su firmeza la que consumó la obra popular de
la Independencia……. Tres respetables prelados (al arzobispo de Caracas y los
obispos de Guayana y Mérida) que se negaban a obedecer la voluntad nacional y a
quienes se aplicó la Ley, y en fin, un caos en medio del cual ha marchado Páez
con la espada en una mano y la Constitución en la otra…¨ (José Gil Fortoul. Historia
Constitucional de Venezuela, tomo II, p.
231).
Sobre la cultura de Páez, Polanco Alcántara dice:
¨Lejos de ser el hombre primitivo y salvaje que muchos de sus enemigos
quisieron divulgar, es persona que ha mejorado su espíritu con la música, la
lectura, la meditación, la observación del mundo que lo rodea, el trato a los
personajes que están cerca.¨
¨En su vida pública es prudente con diplomáticos
extranjeros y comprensivo con la sociedad que lo rodea…¨ (op. cit., pag. 198).
Retomemos la lista que nos muestra la sucesión de
presidentes. En las elecciones indirectas para nombrar al sucesor de Soublette,
los partidarios de Páez cometieron un error y fue designado José Tadeo Monagas,
quien según Polanco Alcántara no fue un caudillo, ¨Tampoco Julián Castro, ni
don Manuel Felipe Tovar ni el doctor Gual. Falcón lo logró pero no le interesó,
ni su salud lo permitiría. Guzmán Blanco lo fue plenamente hasta su muerte y
sólo por su ausencia Joaquín Crespo luce temporalmente como tal. Andrade jamás
fue Caudillo. Cipriano Castro pudo serlo pero el poder lo obnubiló…¨. (op. cit.
pag. 1999)
De acuerdo con Tomás Polanco Alcántara, los Monagas
eran de una familia con una gran fortuna que heredaron sus hijos, por esa razón
José Tadeo, no necesitó enriquecerse en
la presidencia, pero fue un resentido y no pudo perdonar nunca a Páez el
haberlo derrotado dos veces.
La primera cuando en 1930 Venezuela se separó de la
Gran Colombia, ¨quiso convertir la Intendencia de Oriente en una República
presidida por él y Páez lo derrotó.
¨Después participa en una forma muy particular en la
llamada Revolución de las Reformas y José Antonio Páez lo vuelve a derrotar¨.
(Ibid, pags. 246 y 247)
Al terminar la presidencia de Soublette, Páez apoyó
la candidatura de José Tadeo porque pensó que de esa manera lo hacía amigo,
pero no fue así, al principio hubo una luna de miel, pero en los lamentables
sucesos del 24 de enero de 1848, Santos Michelena fue herido mortalmente y
Páez, sin medir sus fuerzas, se alzó y Monagas lo derrotó, ´lo hace entrar a
Caracas amarrado con cadenas, luego lo envía al castillo de San Antonio en
Cumaná y lo hace permanecer en una celda. La presión que se crea a favor de la
figura de Páez es tan grande que el Presidente se ve obligado a permitir que se
vaya del país.¨
´En la primera etapa de su primer período (1847-1851),
toma decisiones económicas muy importantes, pero la más relevante de sus
medidas es una negociación que habrá que agradecerle siempre y que llevó al
reconocimiento de la soberanía de Venezuela en las Islas de las Aves y en
consecuencia sobre una inmensa parte del Caribe.¨
A José Tadeo lo sucedió su hermano José Gregorio
(1851-1855). Lo más importante de su presidencia fue el Decreto que puso fin a
la esclavitud en Venezuela, (24 de marzo de 1854), aunque para esa fecha ya se
hacía oneroso mantener esclavos porque era más lo que costaba mantenerlos que
lo que producían. El esclavo fue sustituido por el peón que fue explotado hasta
bien entrado el siglo XX.
José Gregorio le entrega la Presidencia a José Tadeo
quien había sido electo por el Congreso para el período 1885-1859. En este su
segundo período decidió cambiar la Constitución de 1830. El documento que
presentó al Congreso para dicho cambio ¨es una contribución muy importante a la
reforma de Estado, pero también decidió, al final, proponer, además, una
reforma por la cual el Presidente de la República podía ser reelecto sin darse
cuenta que ya se había preparado en el país un movimiento de rebeldía en su contra y que no era de una
persona u otra sino un movimiento nacional. La reforma fue aprobada…en 1857…. y
en muy poco tiempo….una revolución comandada por un personaje de segunda clase,
llamado Julián Castro, lo derrota.´
El gobierno
de Julián Castro dura muy poco (1858-1859), él era de tendencia liberal, pero
se rodeó de conservadores. Aunque en su mensaje inicial dijo: ¨ni vencedores ni
vencidos, unión de los venezolanos y olvido al pasado¨, se desataron las
pasiones. José Gregorio Monagas y su hijo Julio fueros encerrados en el
Castillo de la isla de San Carlos, José R. Monagas y un yerno de José Tadeo
fueron confinados en el Castillo Libertador en Puerto Cabello. José Tadeo se
asiló en la Legación de Francia que fue asaltada por las turbas. A José
Gregorio, que estaba enfermo, no le prestaron asistencia médica a tiempo, y al
día siguiente de haber sido llevado a Maracaibo murió.
En medio de estos acontecimientos surgió el nombre
del General Juan Crisóstomo Falcón quien estaba en el exterior, regresa al país
y se entrevista con Castro, pero salió disgustado de la reunión. El Coronel
Ezequiel Zamora se alza en armas y comienza la Guerra Federal de la cual no nos
ocuparemos.
El general José Laurencio Silva, Secretario de
guerra, se enferma y entrega la Secretaría al coronel Manuel Vicente de Las
Casas quien destituye a Castro, pero luego se arrepiente. Castro se reincorpora
y renuncia. Mientras se reincorpora Manuel Felipe Tovar que era el
Vicepresidente, se encarga del Ejecutivo Pedro Gual como designado.
Gil Fortoul dice que ¨Fue Tovar genuino
representante de la Oligarquía, en lo que esta ofreciera de más alto y noble y
también de más transitorio o efímero en una sociedad ahora radicalmente
revolucionaria. Instruido, honrado, caballero, propenso al progreso, consagra a
su patria su entendimiento y virtudes.¨ (op. cit. tomo III, pag. 182). Más
adelante agrega: ¨La renuncia de Tovar ante el Congreso, en lenguaje austero y
un dejo de melancolía, fue el último gesto de un gran señor desengañado.
Dejando a su patria envuelta en un sangriento conflicto, pasó a domiciliarse en
París, donde murió el 20 de febrero de 1866¨. (op. cit. pag.184). Tovar gobernó
entre 1859 y 186l.
¨Gual, aunque al tanto de las causas que
determinaron la renuncia de Tovar, cometió la imprudencia de encargar otra vez
a Páez del mando supremo del ejército. Páez se traslada a La Victoria,… y allí,
arrogándose de hecho las facultades extraordinarias que el Congreso otorgó al
Ejecutivo el 29 de mayo, comienza a negociar con los guerrilleros federales…
implantando el manejo político que se llamó de ´Paz y Unión´. Paz para los que
se sometieron a la voluntad de Páez, unión con cuantos se agruparon en su
rededor, en suma; un personalismo como el de Monagas y sin apariencia siquiera
de legalidad.¨ (Ibid.)
Páez proclama la Dictadura en septiembre de 1861 y
hace un último esfuerzo por aplicar su programa de Paz y Unión, pero ya el es
un viejo que sólo cuenta con su prestigio. Finalmente se firman los convenios
de Coche en abril y de Caracas en mayo de 1863 que ponen fin a la Dictadura y a
la cruenta Guerra Federal que deja un país ensangrentado y empobrecido.
Páez se fue a los Estados Unidos donde vivió cinco
años y medio, en 1868 se residenció en Buenos Aires y vivó dos años y medio en
Argentina donde recibió un gran honor de Sarmiento, luego viajó por Uruguay,
Bolivia, Perú, Panamá y Méjico y de ahí se fue Nueva York donde murió en 1873 a
los 83 años.
Al triunfar los llamados
¨federalistas¨, ocupa la Presidencia el general Juan Crisóstomo Falcón
(l863-1865), y en 1865 es elegido por el Congreso para el período 1865-l869). Como
presidente de la República eliminó la pena de muerte, la prisión por deudas y
decretó el voto universal para los Poderes Ejecutivo y Legislativo, decretó la creación de obras públicas y
caminos. Pero ¨no hay en la Historia de
Venezuela otro Presidente que la haya gobernado con más desgano, trató de
conciliar con sus enemigos que se radicalizaban cada vez más. Tenía gran amor a
su tierra nativa y no le gustaba Caracas,
durante su mandato se separó del poder más
de once veces, Guzmán Blanco lo sustituyó cuatro veces de siete meses cada una,
las otras veces fueron sus amigos:
generales José González, León Colina, Miguel Gil –dos veces- José Desiderio Trías
–su cuñado- el general Manuel E. Briceño y el señor Rafael Arvelo¨. (J. L. Salcedo-Bastardo ¨Historia Fundamental de Venezuela, 2da. edi.,
1972, pag. 440).
José Ruperto Monagas tuvo
una gestión muy breve e inestable, debido a que a la muerte de José Tadeo, que
era su padre, se presentó un pugilato por la Presidencia entre él y su primo
Domingo, hijo de José Gregorio. Además, el general Venancio Pulgar intentó
separar de Venezuela al estado Zulia, pero José Ruperto lo derrotó. Domingo
desistió y José Ruperto fue elegido, pero el Congreso no lo proclamó porque
alegó que no había recibido todos los registros electorales. Finalmente, a
principios de 1870, Antonio Guzmán Blanco encabezó un levantamiento y tomó el
poder. José Ruperto gobernó por muy pocos meses sin ser proclamado y se retiró
de la vida pública.
Antonio Guzmán Blanco ha
sido el más joven de los presidentes de Venezuela, ya que fue electo a los
treinta y cuatro años. Pero, como lo dijimos antes, durante la presidencia de
Falcón, ya había sido presidente encargado durante varios meses. Fue también el
más culto de los presidentes del siglo XIX, se graduó de abogado, había
visitado a Estados Unidos y a Europa, hablaba inglés y francés, se interesaba
en el arte y en las grandes obras arquitectónicas, su ciudad preferida y fuente
de inspiración fue París donde murió en 1899. Por todo ello, a su gobierno se le
conoce como la Autocracia Ilustrada. Realizó importantes obras: bulevares,
teatros, templos, ferrocarriles, tranvías, iluminación y decretó la gratuidad y
obligatoriedad de la educación primaria. Entre las obras más importantes que hizó en Caracas están la
transformación de la iglesia de la Santísima Trinidad en el Panteón Nacional,
el Capitolio, la basílica de Santa Teresa, El Calvario, la estatua ecuestre del
Libertador, decretó el Himno y el bolívar de plata como moneda nacional. Pero
también despojó a la Universidad de Caracas de las fincas para sus rentas y
tuvo grandes conflictos con la Iglesia Católica hasta el punto de amenazarla
con separarla de Roma.
Vargas también fue muy
culto, profesor y gran rector de la Universidad de Caracas, pero ocupó la presidencia
durante muy corto tiempo, en cambio Guzmán Blanco fue presidente durante
catorce años: el septenio entre 1870 y 1877 y el quinquenio entre 1879 y 1884 y su influencia fue decisiva
durante veinte años, ya que los presidentes que lo sucedieron durante sus
ausencias: Francisco Linares Acosta, Joaquín Crespo y Hermógenes López fueron
designados por su recomendación.
Joaquín Crespo, quien ocupó la Presidencia
entre 1884 y1886, es decir, entre los dos últimos períodos de Guzmán Blanco y
luego durante 1892 y 1898, fue la antítesis
de Guzmán Blanco, ya que del hombre culto, se ¨pasa al campesino supersticioso
y simple, creyente en brujos y en la anticiencia, sin noción de Estado ni del
orden administrativo¨ (Salcedo-Bastardo, (op. cit. pag. 453), pero a los veintitrés
años llegó a ser general y era firme en sus decisiones. Como era de esperarse,
su gobierno fue muy malo y explotó al país a su gusto. Ante la reacción en su
contra y con el deseo de perpetuarse en el poder, ¨impuso a un hombre
pusilánime, el general Ignacio Andrade¨ (Ibid.)
Ignacio Andrade gobernó menos de un
año (1888-1899) porque el 22 de octubre llega triunfante a Caracas Julián
Castro, quien el 23 de mayo había entrado por el Táchira con solo sesenta
hombres y llegó al Capitolio con un numeroso ejército.
Mérida, 02/10/12.