LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN EN VENEZULA (I)
Antonio Luis Cárdenas Colménter
NOTA.-
Educación de Calidad es definida de muchas formas, les recomiendo leer dos
artículos (Educación de Calidad I y II) en mi blog: alcardenasc.blogstop.com.
El segundo lo publicó Santillana en ¨Aprender para el Futuro, Desafíos y Oportunidades¨,
pgs 81 al 83. Madrid, 1988.
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La educación en
nuestro país desde la separación de la Gran Colombia (1830) hasta nuestros días, ha tenido momentos de avances
importantes, períodos de estancamiento y, finalmente, catorce años de retroceso
que comenzó el año 1999.
Los períodos de
avance más notables fueron:
1º.- Los
gobiernos de Guzmán Blanco quien decretó la educación primaria gratuita y obligatoria y fundó las Escuelas Normales que, años más
tarde, alcanzaron un gran prestigio y formaron excelentes maestros. A mi
juicio, uno de los errores más importantes que se cometió en el tercer período
de avances que veremos más adelante, fue la eliminación de estas prestigiosas
instituciones. Este error se cometió de buena fe, ya que se creyó que al pasar
la formación de los maestros a las universidades se mejoraría su formación y lo
que resultó fue lo contrario. Lo que se debió hacer fue adscribir estas
escuelas a las universidades para no perder su excelente experiencia y
considerar al título de maestro normalista equivalente a la de un técnico
superior que pudiera continuar sus estudios para obtener la licenciatura y, si
lo deseaba y tenía la capacidad necesaria, llegar al doctorado.
2º.- Los
gobiernos del general Eleazar López
Contreras y del general Isaías Medina Angarita, en el primero, el hecho
más resaltante fue la creación del Instituto Pedagógico Nacional que pronto,
con la incorporación de renombrados científicos y humanistas venidos del
exterior, principalmente de España durante la Guerra Civil, y de eminentes
profesores venezolanos, se convirtió en el centro de educación superior más
importante del país debido a que en las universidades no había facultades ni de
humanidades ni de ciencias, las cuales fueron creadas años más tarde. Una cosa
que es necesario decir, porque demuestra
la calidad del Instituto Pedagógico, es que las dos primeras facultades de
ciencias que se crearon, la de la Universidad Central de Venezuela y la de la
Universidad de Los Andes, tuvieron como sus primeros decanos a egresados de ese
Instituto. En el gobierno del general Medina lo más importante fue el Plan de
Edificaciones y Mantenimiento de Edificaciones Escolares. De acuerdo con este
Plan se construyeron los grupos escolares y liceos en las ciudades más
importantes de cada estado. Estas edificaciones constituyen un modelo de lo que
deben ser las escuelas y liceos, lamentablemente no se ha continuado y muchas
de las nuevas edificaciones escolares no cumplen con las normas que deben ser
respetadas para evitar problemas como los que se presentan debido a sismos,
inundaciones, derrumbes, etc.
3º.- El tercer
período de avance comenzó con el derrocamiento del dictador general Marcos
Pérez Jiménez (1958). Yo considero que este período ha sido el más importante
porque se aprovecharon los logros anteriores y se hizo un verdadero milagro, ya
que se pasó de una educación a la que tenía acceso solo alrededor de un 20% de
la población a otra que recibe a más del noventa por ciento, como lo dijo el
ministro Luis Beltrán Prieto Figueroa en su
Programa: ¨se debía ¨pasar de una
educación de élites a una educación de masas¨.
Luis Beltrán Prieto es uno de los
grandes maestros que ha tenido Venezuela. Él fundó, entre otros centros
educativos, ese gran instituto para mayores de 15 años que se llama
Instituto Nacional de Cooperación
Educativa (INCE), el cual se debe rescatar porque el actual gobierno lo
politizó y es donde se pagan las becas y subsidios a los que estudian en las
misiones bajo la dirección de los cubanos. La Federación Venezolana de Maestros
también fue creada por el Maestro Prieto.
La masificación como tal fue un éxito, pero
debido a que no había suficientes locales escolares ni maestros para recibir a
todos los jóvenes que deseaban estudiar, hubo que dividir a los alumnos en dos turnos: unos van en la
mañana de 7 a 12, y otros en la tarde de 2 a 6, lo que significó, entre otras
cosas, que se redujo el tiempo de permanencia en la escuela para cada alumno en
tres horas por día, ya que cuando iban de ocho a doce en la mañana y de dos a
cuatro en la tarde tenían un total de siete horas cada día más la mañana del sábado, y con los dos
turnos se redujo a solo cinco horas cada
día y la mañana del sábado les quedó libre. Para los maestros esto significó la
reducción de las horas de trabajo en una hora por día, más la mañana de los sábados
que les quedó libre, y como la mayoría
de los colegios privados también se pasaron a los dos turnos, los maestros pudieron
tomar otro turno, lo que significó que
se recargaran con un trabajo agotador
que no les deja tiempo, ni para el
reposo, ni para el estudio y la actualización permanente, ni para la preparación
de las clases y la consulta de los alumnos, esto quiere decir que se
convirtieron en simples repetidores de clase, que además, deben correr de uno a
otro colegio generalmente a distancias que los obliga a tomar un transporte
público por vías con un tráfico cada día más congestionado.
Por el lado
positivo la medida trajo como consecuencia la democratización de la educación
que, a su vez, creó una vía para el ascenso social que hizo posible que el hijo
de un campesino, obrero o marginado social, antes condenado a reproducir las
condiciones sociales de sus padres, ahora, por el estudio, podía graduarse en
una universidad u otra institución de educación media o superior, cambiar su
estatus social y llegar a ocupar altos cargos, lo cual sucede con mucha
frecuencia y ha beneficiado al país.
Como podemos
observar, los beneficios de la masificación son de suma importancia y los
negativos hubieran podido evitarse si se hubiese cumplido lo que establecía el
texto de la resolución: “que la medida sería transitoria mientras se construían
las escuelas y se preparaban suficientes maestros”, pero esto no se cumplió y
como casi siempre sucede en Venezuela, no hay nada más permanente que lo
dispuesto como transitorio.
En este tercer período se crearon más
escuelas, liceos, escuelas técnicas, institutos, colegios universitarios,
universidades, etc. y más nuevas carreras, postgrados y especialidades que en
toda la historia anterior y posterior a él. La masificación creció en forma
cada día más acelerada y pronto llegó hasta las universidades, que no pudieron
recibir a todos los que solicitaban cupos, y tuvieron que poner pruebas de
aptitud y establecer cupos.
Lamentablemente,
los logros que se obtuvieron con la masificación fue a costa de la calidad, ya
que los recursos que se necesitaban para darle a toda la población una educación
de calidad eran muy elevados y Venezuela no los tenía debido a que su
presupuesto depende, fundamentalmente, de la renta petrolera. Por esa razón,
para poner en práctica la idea de Prieto en aquel momento, fue necesario tomar
medidas que iban a afectar la calidad de la educación que recibimos los pocos
alumnos que tuvimos esa suerte.
Cuando yo fui
ministro de educación y el precio del barril de petróleo se mantuvo alrededor
de los 9 dólares, a pesar de tener claro lo que se tenía que hacer (Ver Plan de
Acción), tener un excelente equipo de
trabajo, tanto en la sede central como en las zonas, contar con el pleno apoyo del Presidente Caldera y de su
Consejo de Ministros, no pudimos realizar sino una pequeña parte de lo que
queríamos hacer.
Ahora, cuando
Venezuela hubiera podido resolver sus múltiples y graves problemas y realizar
planes como el de Prieto (actualizándolo
para adaptarlo una sociedad diferente que llamamos de la Información y el
Conocimiento) y otros similares en otras áreas como la agropecuaria,
industrial, infraestructura, etc. que aseguren el desarrollo y la soberanía del
país y lo lleve al grupo de los países desarrollados, tuvimos la mala suerte de
elegir para ocupar la primera magistratura a un hombre como Hugo Chávez
que lo que quiere es imponernos un comunismo
como el de Cuba y limitó la libertad,
acabó con la autonomía de los poderes públicos, nos cambió la democracia por la
autocracia para concentrar todo el poder en él. Eso en lo político, en lo económico
con las expropiaciones y confiscaciones, tanto en el medio rural como en el
urbano, ha acabado con la mayor parte de la producción agropecuaria e
industrial que necesitamos para nuestra subsistencia y nos ha convertido en un
país que depende de las importaciones y que, por lo tanto es menos soberano.
Además, ha creado una inseguridad jurídica de tal magnitud que nadie se atreve
a invertir y cada día se hace más difícil conseguir muchos de los productos
básicos como la harina de maíz o de trigo, el azúcar, café, papel sanitario,
servilletas y otros más. Por su parte la inseguridad personal y la impunidad
también se han incrementado y hoy somos el tercer país con más asesinatos por
cada mil habitantes.
La educación
nunca había estado tan mal. La escuela dejó de ser un centro de enseñanza-aprendizaje
para convertirse en instrumento del Socialismo, a las universidades autónomas se
les ha limitado su autonomía y se ha pretendido quitarles el derecho
constitucional de decidir sobre su organización con plena libertad para decidir
sobre sus planes de estudio e investigación y la forma de elegir a sus autoridades, cada año se les reduce el
presupuesto y no se les da nada para la investigación, las bibliotecas, becas y
en general para cumplir con sus obligaciones y desarrollarse y, como si fuera
poco, es atacada violentamente y le destruyen espacios y obras importantes.
Antes Venezuela tenía unas cinco universidades bien ubicadas en el ranking
mundial, hoy no tiene ninguna.
Mérida, 20 de
febrero de 2013.