UN NUEVO CAMINO PARA LA
EDUCACIÓN EN VENEZUELA
Antonio
Luis Cárdenas Colménter
Henrique
Capriles Radonski, candidato de la Unidad para las próximas elecciones
presidenciales, señala que en su gobierno la prioridad será la educación
Venezuela
posee tantos y tan variados recursos que podría ser una de las naciones más
desarrolladas del mundo y tener uno de los más altos niveles de vida. Sin
embargo, es un país subdesarrollado y, según un estudio hecho en el Instituto
de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés
Bello, en el 2007 teníamos 48,7% de la población en estado de pobreza, a pesar
de que el precio del barril de petróleo que era de nueve dólares en 1998, en
los últimos trece años ha estado por encima de los cien dólares. Esta
contradicción se debe a que no somos capaces de utilizar nuestros recursos para
producir la riqueza que necesitamos y esto solo se puede resolver con una educación de calidad para toda la población.
Pero para alcanzar esta meta no basta con que la educación sea la prioridad
para el presidente de la República, también es indispensable que lo sea para la
mayoría de la población. Si esto se logra, estoy seguro que Venezuela
alcanzaría un desarrollo similar al que hoy tienen algunos países de Asia que
hasta hace no muchos años tenían unas condiciones de vida inferiores a las de
nuestro país para la misma época.
Para tener
una educación de calidad para todos se deben hacer cambios fundamentales en la
concepción educativa que tiene el actual gobierno.
Lo primero
que debemos hacer es suspender la nociva, obsoleta y determinante influencia
cubana porque su objetivo es eliminar la libertad de pensamiento para
adoctrinar a los alumnos en una sola manera de pensar, es decir, en una verdad
absoluta que todos deben aceptar sin discusión, lo cual explica el porqué se
prohibió que en las escuelas se utilicen libros que no sean publicados por el
gobierno, así como la dotación de las escuelas con computadoras “Canaima” en
las que solo se puede consultar lo que ya ellas traen como información y sin
posibilidad de conectarse con Internet. Convertir a nuestros niños en especies
de robots que veneren a un líder absoluto y repitan sin pensar y sin entender
lo que les ordenan que digan, es un crimen. La orientación de nuestra educación
la debemos decidir nosotros de acuerdo con nuestros principios, tradiciones y
experiencias, y con las más modernas y exitosas tendencias pedagógicas de la
sociedad del conocimiento y la información que caracteriza a los países más
desarrollados del mundo. En nuestras instituciones educativas se deben enseñar
y respetar todas las corrientes del pensamiento con el objeto de formar
ciudadanos para la democracia: reflexivos, críticos, amantes de la libertad,
responsables, solidarios y capaces de producir la riqueza que se necesita para
el bienestar de la sociedad, el desarrollo del país y el avance del
conocimiento. Nuestras escuelas deben, como dice la UNESCO, enseñar a ser,
enseñar a hacer, enseñar a aprender y enseñar a emprender, pero todo con la más
absoluta libertad.
Este
gobierno ha creado programas educativos independientes del Ministerio de
Educación. Un nuevo gobierno debe reunificar el sistema educativo bajo la responsabilidad
y orientación de ese ministerio y retomar el programa que había iniciado el
gobierno anterior para su reorganización y descentralización. De acuerdo con
ese programa el Ministerio de Educación, como ente rector, debe establecer las
políticas y los programas educativos a escala nacional, supervisar y evaluar el
cumplimiento de esas políticas y esos programas, tomar las medidas necesarias
para evitar los desequilibrios entre las diferentes regiones y sectores de la
población, pero debe dejar la ejecución de las políticas y los programas a los
gobiernos estadales y municipales y a las propias instituciones escolares y sus
comunidades. Debido a la variedad y complejidad de las actividades educativas
es imposible dirigirlas eficientemente desde la sede central del Ministerio sin
conocer lo que sucede en cada localidad y en cada escuela. Esa eficiencia solo
se puede lograr con la participación y la corresponsabilidad de los gobiernos
regionales y municipales y de cada escuela, colegio o liceo, es decir, con la
descentralización.
Se debe
fortalecer la educación pública y apoyar la educación privada, particularmente
aquella que se ocupa de las clases sociales con menos recursos como la que
existe en los barrios y en las zonas rurales y la que imparten organizaciones
como Fe y Alegría cuya finalidad es dar una educación de calidad a los más
necesitados.
A este gobierno
no le interesa que se haga una evaluación seria de la educación, realizada
técnicamente y con la mayor imparcialidad, porque ella revelaría la verdad y le
imposibilitaría mentir para hacer propaganda. En 1998 aplicamos por primera vez
el “Sistema Nacional de Evaluación y Medición
del Aprendizaje”. Esta evaluación debe hacerse cada año, o cada dos años,
en escuelas cuidadosamente seleccionadas con el objeto de medir el nivel de
aprendizaje en tercero, sexto y noveno grados de la educación básica y comparar los resultados obtenidos en las diferentes regiones del país, entre los
distintos sectores de la población y con otros países. Además necesitábamos
saber los resultados de la reforma curricular y de los nuevos programas.
Lamentablemente el gobierno actual no lo continúo, pero un nuevo gobierno debería reimplantarlo o reemplazarlo por otro
que persiga los mismos objetivos como, por ejemplo, PISA (Programe for
International Student Assessment) en el cual participan 65 países y
recientemente se comenzó a aplicar en el estado Miranda. Con este tipo de
evaluación podemos conocer con bastante
precisión la calidad de la educación que impartimos y su evolución, las
diferencias entre estados, municipios, sectores de la población, podemos hacer
comparaciones con otros países y podemos tomar medidas para superar las
deficiencias.
Se le deben
restituir los objetivos originales al INCE y quitarle las obligaciones que se
le impusieron y que entorpecen el cumplimiento de las funciones para las que
fue creado. Esta institución al igual que las escuelas técnicas, deben recibir
todo el apoyo necesario para que cumplan a cabalidad su importante misión.
Mientras la
profesión docente sea considerada como si fuese inferior a las otras profesiones
universitarias, no tendremos una educación de calidad. El educador es el más
importante de los profesionales, porque de su vocación, preparación, mística y
dedicación depende la calidad de los otros profesionales y de la población en
general. Ya lo decía Bolívar “Este empleo será el más
considerado, y los que lo ejerzan serán honrados, respetados y amados como los
primeros y más preciosos ciudadanos de la República.” Pero lamentablemente hoy es todo
lo contrario y los salarios que reciben y su seguridad social son la mejor
demostración del poco aprecio que les dispensa el Estado. Mientras a los
docentes no se les asigne una remuneración y una seguridad social igual o
superior a la que reciben otros profesionales universitarios esta profesión no
será atractiva y, como consecuencia, los
mejores estudiantes seleccionan otras carreras y un buen número de los que se
inscriben para cursarla no tienen vocación para la docencia y lo hacen porque no están capacitaados para estudiar lo que
ellos desean. Otra de las consecuencias es el elevado déficit de educadores,
especialmente en las áreas científicas, razón por la que se ha llegado al
extremo de graduar bachilleres que no han visto matemáticas, física u otras
materias que forman parte del currículo.
Como
tradicionalmente se hacía en Venezuela, se debe permitir la enseñanza religiosa
en las escuelas como una materia no obligatoria que debe ser cursada de acuerdo
con la fe que profesen los alumnos y con la anuencia de los padres. Para esta
materia se deben dejar dos horas libres a la semana.
La selección de nuevos docentes, directivos y
supervisores no debe ser hecha como se hace actualmente, sino por concursos
para seleccionar a los que tengan más méritos, sin tomar en cuenta factores
como la tendencia política, la religión, el sexo o la institución donde hayan
obtenido el título.
Se deben sincerar las estadísticas para que
la información oficial que en ellas se ofrece sea confiable y se debe desterrar
la mentira para hacer propaganda política, un buen ejemplo de esto lo tenemos
en la tan cacareada pero falsa información sobre la eliminación total del
analfabetismo en nuestro país.
Se deben revisar con todo detenimiento los
acuerdos que en materia educativa ha firmado el actual gobierno con otros
países, en especial los que se han firmado con Cuba que tienen como su
principal finalidad, no declarada, el adoctrinamiento político.
El actual gobierno ha echado por tierra muchos
de los valores tradicionales del pueblo. Los venezolanos, con sus excepciones
como es natural, rechazamos el irrespeto, la mentira, la vulgaridad, la
agresividad y, en general la indecencia y, en consecuencia, nos asombra que
altos funcionarios públicos y la televisora del Estado irrespeten a los ciudadanos, mientan
constantemente y lleguen a afirmar que “no hay nada más peligroso que la verdad”,
usen palabras vulgares hasta el punto de que cuando hablan por televisión las
emisoras privadas tienen que suprimirlas
con un pito y la agresividad ha conducido a la inseguridad. Ante esta situación
el próximo gobierno deberá caracterizarse por su decencia, en las escuelas se
deberá otorgar mayor atención a los valores que se deberán restituir en el
currículo como el eje transversal más
importante.
A las universidades se les debe
apoyar y respetar ya que de ellas depende el desarrollo del conocimiento
humanístico, científico y tecnológico al más alto nivel, y sin ese conocimiento
y sin el apoyo a la investigación y a la creatividad, Venezuela nunca llegará a
ser un país libre y desarrollado porque siempre dependeremos de otros países para la
solución de muchos de nuestros problemas. El actual gobierno se ha empeñado en
que las mejores universidades del país se estanquen o se paralicen y para ello,
desde hace algunos años, les congeló el presupuesto, desconoce los derechos de
sus profesores, estudiantes, empleados y obreros, no discute los contratos ni
aplica las normas de homologación, se apropia de bienes que pertenecen a esas universidades y no solo permite sino que
apoya a bandas de facinerosos armados que las atacan y destruyen valiosas obras.
Al mismo tiempo crea universidades mediocres en las que para ser admitido como
profesor, estudiante, empleado u obrero el único requisito es apoyar al
gobierno y a la ideología que el presidente quiere imponer. Estas nuevas
universidades, o las que ya existían pero que se han plegado al gobierno,
gradúan profesionales a granel y sin la debida preparación, como es el caso de
la primera promoción de médicos integrales comunitarios que se realizó el
16/02/12 en la que se graduaron 8.129 estudiantes y para esa fecha estaban entre el primero y el quinto año
otros 22.604 estudiantes.
Un cometido bien delicado que
tendrá un nuevo gobierno es la evaluación de los conocimientos que puedan haber
adquirido, en los diferentes niveles de la educación venezolana, los
estudiantes que se graduaron por medio de programas como el de las misiones Robinson,
Sucre, Rivas y los que obtuvieron y obtengan el título de médicos integrales
comunitarios, ya que se trata de venezolanos que deseaban superarse y fueron
engañados y utilizados para hacer propaganda política. A estas personas, en su
mayoría jóvenes, debe dárseles una oportunidad para que se preparen debidamente
y esos programas deben ser eliminados.
Mérida, 08/03/12.
Es muy buena la observación que haces con respecto a los graduados en los programas Robinson, Sucre y Rivas, mal llamados programas de educación superior, es una de las cosas que mas mortifica a Andres aquí en Canarias ¿ Que hacer con los nuevos médicos de las misiones integrales comunitarias? Esa gente tiene derecho a trabajar dignamente y a ser formada de manera integra! No se les podrá luego abandonar, Hay que completar su formación, una de las ideas que Andres propone es nivelar esos títulos con el de los técnicos médicos y crear nuevos puestos de trabajo donde sean útiles...
ResponderEliminarOjalá que tus denuncias lleguen a buenuerto y la gente se sume al deseo de hacer desaparecer dichos programas...