DESTRUIR LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA Y
DEMOCRÁTICA
Antonio
Luis Cárdenas Colménter
Ante la absurda sentencia de la Sala
Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, con ponencia del magistrado
Fernando Vegas Torrealba contra la Universidad Central de Venezuela, yo pensaba
escribir un artículo, pero recibí uno escrito por un estudiante de la UCV que
explica, con mayor conocimiento del que yo puedo tener, lo que ha sucedido y
decidí transcribirlo casi textualmente. Pero antes quiero decir que el
magistrado que dictó la sentencia estudió y se graduó en la UCV para desgracia
de esta universidad y de todas las universidades autónomas del país.
ELECCIONES UNIVERSITARIAS VS
POPULISMO DE TURNO
Los universitarios históricamente hemos sido
fervientes defensores de la autonomía y del pensamiento libre de
las ideas. Nuestros pasillos universitarios están impregnados de
historia, de lucha constante por una universidad que esté al servicio
de nuestro país. Y es que la UCV es sinónimo de aprendizajes no solo
académicos sino de formación ciudadana que nos instruye para ser mejores
venezolanos. En la última década hemos padecido los atropellos del
Gobierno con un presupuesto deficitario que no cubre en su totalidad
las exigencias de las universidades. El gobierno insiste a través de su
discurso militar en subordinar la educación superior a los dictámenes
de Miraflores, cosa más peligrosa cuando lo que se quiere es formar
ciudadanos profesionales al servicio del país de forma plural y
democrática.
En el 2011, año en que se debían celebrar elecciones decanales en distintas universidades, observamos con suma preocupación la suspensión de las mismas por dictámenes del Tribunal Supremo de Justicia en los que requería el cumplimiento del artículo 34, numeral 3 de la Ley Orgánica de Educación, que da derechos a todos los miembros de la comunidad universitaria a participar en las elecciones de las autoridades. Sin embargo, este alegato está en contra de la Ley de Universidades vigente y del Reglamento de Elecciones Universitarias igualmente vigente y dictado por los consejos universitarios, órganos de dirección de las universidades. Recordemos que el pasado 4 de enero la Ley de Educación Universitaria fue vetada por el mismo Presidente Chávez. Uno de los artículos que sin duda ha generado grandes debates en los espacios universitarios es el que se refiere a la participación de los empleados y obreros en las elecciones universitarias aun cuando no están facultados para ello debido a que, según el artículo 109 de la Constitución, la comunidad universitaria está compuesta por estudiantes, profesores y egresados, quienes desde un punto de vista académico hacen vida y sostienen la universidad a través de la formación, la investigación y la extensión. El gobierno ha utilizado de manera indudablemente populista un discurso de igualdad a la hora de hablar de elecciones universitarias y olvida que la universidad es una institución fundamentalmente académica apoyada en una estructura de servicios. Los empleados y obreros tienen, a través de sus sindicatos, los espacios de discusión necesarios para canalizar sus demandas. Es irrefutable que este gobierno es militarista y el militarismo no comparte los ideales de una universidad libre, plural, autónoma y democrática. El Ejecutivo pretende instaurar en las universidades el populismo del Socialismo del siglo XXI, e intenta aniquilar los más de 200 años de una institución académica que ha estado al servicio del país. Hay un ejército dispuesto a defender hasta con la vida el espíritu de los librepensadores, en este caso el de los universitarios. |
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