LAS ESCUELAS INTEGRALES DE MÉRIDA
Antonio
Luis Cárdenas Colménter
Como
lo dijimos en el artículo anterior, las Escuelas Integrales las creó el gobernador
del Estado Mérida, Jesús Rondón Nucete, el año 1990, como parte del “Programa
para el Mejoramiento de la Educación Preescolar y Básica del Estado”. Los
objetivos generales del Programa los podemos sintetizar de la siguiente manera:
el afianzamiento de la democracia y el desarrollo de la personalidad, sustituir
la escuela tradicional por una escuela activa y sin dogmatismos y desarrollar
la reflexión, la imaginación, la iniciativa y la originalidad.
Definición y objetivos específicos.
Las
Escuelas Integrales debían atender, en primer lugar, a la población en estado
de pobreza crítica clasificada como grupo V por Fundacredesa, en segundo lugar,
al grupo IV que comprende la población de pobreza relativa y, por último a
todas las escuelas. El objetivo era lograr la superación de la población,
elevar su nivel cultural, darle a los niños las bases para que, al terminar sus
estudios, pudieran realizar un trabajo productivo y participar del bienestar y
la justicia social. Los objetivos específicos eran los siguientes:
1º
Lograr la formación integral del niño, tanto en lo intelectual, como en lo
biológico y social.
2º
Propiciar la Incorporación de todos los niños a la escuela y evitar la
deserción escolar.
3º
Contribuir con la superación de los grupos familiares a los cuales pertenecían
los niños de estas escuelas.
4º
Integrar la escuela a la comunidad como un factor fundamental para el desarrollo y para la superación de la pobreza.
5º
Servir de instrumento para canalizar los recursos que la Nación, el estado y
toda la sociedad destinan para la atención de las clases menos favorecidas de
la población y para el desarrollo de las comunidades.
6º
Contribuir en la prevención de los delitos.
7º
Facilitar la descentralización administrativa del país.
Selección y acondicionamiento de las escuelas.
Para
el primer año escolar (1990-91) se escogieron 23 escuelas estadales que
atendieran a la población en estado de pobreza, una en cada municipio y una
adicional en el municipio Libertador. Estas 23 escuelas tenían carácter
experimental y nos sirvieron para mejorar el modelo, evaluar su funcionamiento
y precisar el costo promedio de cada una. Por diferentes motivos, su
funcionamiento se inició un año después y solo en 20 escuelas. De todas maneras
el número de escuelas a incorporar dependería de los recursos disponibles en el
presupuesto regional, y de ahí la importancia de la participación del
Ministerio de Educación y los posibles aportes del Banco Mundial, de otros organismos
y de la empresa privada.
Entre
las primeras acciones estuvo el acondicionamiento de los locales. Las escuelas
tienen que ser acogedoras y funcionales, un sitio donde provoque ir y ser
placentero estar. Los niños de las clases menos favorecidas deben tener en la
escuela una compensación en relación con las precarias condiciones de sus viviendas,
los techos deben ser de tejas por múltiples razones. No concebimos una escuela
sin jardín y, donde el espacio lo permita, debe haber un huerto escolar y una
cancha para los deportes. Los pupitres, diseñados como “cepos académicos”,
buenos para las escuelas donde el maestro dicta, el alumno copia, memoriza y
repite, deben ser remplazados por mesitas y
sillas que puedan unirse de diversas formas para el trabajo en grupos y
para otras actividades, como corresponde a una escuela activa y participativa
donde el objetivo no es memorizar sino comprender, pensar y crear. Además las
mesas sirven como protección en el momento de un sismo.
Las
escuelas integrales estaban provistas de todo el material didáctico necesario
para una educación de calidad. En este sentido la biblioteca es esencial, pero
en estas escuelas la biblioteca central cubría las necesidades bibliográficas
de los tres últimos grados y las consultas de los profesores y los miembros de
la comunidad. Para el preescolar y los seis primeros grados se crearon las
bibliotecas de aula. Una para cada aula de acuerdo con el grado. Estas
bibliotecas tenían libros de texto, de recreación y de consulta, así como
folletos, revistas y otros materiales didácticos y estaban permitidos los
préstamos entre los diferentes grados.
El personal directivo y docente.
Los maestros son la
piedra angular del sistema educativo,
puede haber excelentes programas, magníficos locales bien dotados, pero si no
hay buenos maestros la educación no será de calidad.
No
solo los maestros de las escuelas integrales, sino todos los que dependían del
estado, comenzaron a ser escogidos por concursos de oposición en los que se
evaluaban los conocimientos y, especialmente, la ortografía, la redacción y la
lectura comprensiva. En cuanto a los maestros que ya estaban trabajando, se
hizo una cuidadosa evaluación y se mejoraron por medio de seminarios que se
dieron los fines de semana. De todas maneras el mejoramiento permanente se debe
hacer con todos los docentes, para lo cual se creó el Centro Regional de Apoyo
al Maestro, al cual nos referiremos en el próximo artículo.
Como
las escuelas integrales trabajaban de 8 a.m. a 4 p.m., los maestros almorzaban
con sus alumnos. El que los maestros almuercen con sus alumnos en el aula, es
muy importante porque ese es el mejor momento para enseñarles cómo comportarse
en la mesa y el porqué es necesario que la comida sea variada para que consuman
proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales, es decir, todo lo necesario
para la salud. Esto es más importante hacerlo con los niños cuyas familias pertenecen
a las clases E y D.
Los
docentes de todas las escuelas deben tener una alta mística profesional, pero
en el caso de las escuelas integrales, que van más allá de las exigencias de
las otras escuelas, se debe tener una motivación muy especial, deben estar
conscientes y sentir que están realizando una labor trascendental para la
liberación, el desarrollo y la justicia social, y no solo el maestro, sino toda
la comunidad debe sentirlo así, particularmente cuando se trata de niños
víctimas de la pobreza. Yo pensé que en Mérida se había logrado esa mística muy
especial.
Orientación del currículo.
El
currículo no podía ser otro que el aprobado por el Ministerio de Educación
pero, con el visto bueno del Ministerio, orientamos todas las materias y
actividades de acuerdo con cuatro ejes curriculares, modificamos el programa de
música y agregamos computación.
Los ejes curriculares.
El
primer eje curricular era el dominio de
la lengua. Sin este dominio todo el resto del proceso educativo se ve seriamente
comprometido. Consideramos que una de las causas del fracaso de la educación
venezolana reside en que nuestra escuela no capacita suficientemente para la
lectura comprensiva y no enseña a expresarse correctamente, tanto en forma oral
como por escrito. Por esta razón, los tres primeros grados estaban orientados a
afianzar este aprendizaje básico y se continuaba, al igual que el hábito o amor
por la lectura, a lo largo de los seis años siguientes hasta culminar la
educación básica. Los maestros o profesores debían estar conscientes de que el
primer objetivo de la educación básica es el logro de un buen dominio de la
lengua y de las matemáticas, sin el cual se dificulta el aprendizaje de las
demás asignaturas.
El
segundo eje curricular era la formación
de la Conciencia Ciudadana. Todo alumno que egrese de la educación básica
debe tener un conocimiento claro de lo que es Venezuela, de los rasgos
fundamentales de su geografía y de su historia, y debe conocer la Constitución
de la República, en especial sus deberes y derechos.
El
tercer eje curricular era la formación de
una sólida conciencia moral. El deterioro de los valores morales, origen de
la corrupción, es la principal causa de la violencia y, en general, del
deterioro del país. Hay materias que se prestan más para lograr este objetivo,
como son la Historia de Venezuela, la Cátedra Bolivariana y Educación Familiar
y Ciudadana, pero todas las materias deben
aprovecharse para la enseñanza de los valores humanos y para desarrollar el
sentido de responsabilidad.
El
cuarto eje curricular era la formación de
una conciencia ambiental. Los venezolanos no tenemos el sentido de la
conservación, destruimos los recursos naturales y culturales sin mirar su
importancia y las consecuencias de su destrucción. Tampoco conservamos los equipos
y en general los servicios públicos. Ni en la propia escuela se cuidan las
instalaciones y los materiales didácticos.
Música.
El
programa de música se modificó en sus partes teóricas que los maestros no
dominan, y como la música es fundamental para una educación integral, formamos,
por medio de tallares, facilitadores musicales para que en cada escuela crearan
y dirigieran un coro, agrupaciones musicales
como las estudiantinas, organizaran una
fonoteca, hicieran conocer y apreciar la música clásica y folklórica.
Los coros fueron un éxito y algunos colaboraban con la iglesia del pueblo e
hicieron presentaciones en la localidad y fuera de ella.
Con
el fin de familiarizar a toda la comunidad escolar con la música popular,
folklórica y clásica de calidad, ésta se transmitía a toda la escuela durante
los recreos, el almuerzo y en toda oportunidad que no interrumpiera la labor
docente. El facilitador informaba a los maestros el programa de estas
audiciones y lo ponía en las carteleras.
Computación.
Igual
que en música, se prepararon facilitadores y en cada escuela se instaló una
sala de computación con un número de computadoras que dependía de la cantidad
de alumnos. Las computadoras estaban conectadas con una red junto con una
impresora, lo que permitía que los alumnos pudieran imprimir documentos desde
su computadora, además de contar con algunos servicios de redes como
transferencia de archivos y correo electrónico. El material de trabajo para los
niños consistía en un programa de estudio diseñado para la educación básica de
nuestro país con unos noventa programas en las áreas de lengua, matemáticas,
desarrollo perceptual y otras áreas complementarias, herramientas para los
talleres de computación en los que se veía la computadora como objeto de
estudio, paquetes de productividad para la creatividad, periódico escolar, etc.
Los instructores tenían un entrenamiento
técnico de treinta horas, hacían un taller sobre las escuelas integrales y
recibían los programas y el material para cada nivel y, en el Centro Regional
de Apoyo al Maestro, tenían talleres para
mejorar permanentemente.
Funcionamiento diurno.
Se
eliminó el doble turno según el cual unos niños iban en la mañana y otros en la
tarde. En estas escuelas los alumnos comenzaban sus actividades a las ocho de
la mañana y terminaban a las cinco de laa tarde. Cada maestro hacía el horario
para fijar la hora de cada actividad, pero, generalmente, destinaban las
mañanas para el cumplimiento de los programas del currículo aprobado por el
Ministerio, y las tardes se dejaban para hacer las tareas que ponían los
maestros, los deportes, dibujo, carpintería, trabajo en el huerto escolar,
teatro, música, cerámica, visitas a museos, películas o documentales, etc.
Los
alumnos de la tercera etapa participaban, en calidad de aprendices, en los
trabajos que realizaban los miembros de la comunidad a la cual pertenecía la
escuela, o en actividades que preparaban instituciones como el INCE.
Todos
los alumnos almorzaban en sus aulas con el maestro, y los alumnos cuyos padres
no podían darles el desayuno en sus casas, tenían que llegar a la escuela a las
siete y media para desayunar. Para la preparación de la dieta diaria y para la supervisión de la calidad de las
comidas, tuvimos la colaboración de las dietistas del Instituto Nacional de
Nutrición y de la Escuela de Dietética de la Universidad de Los Andes.
Para
la asistencia médica- odontológica tuvimos la colaboración de las facultades de
Medicina y Odontología de la ULA y de los ambulatorios y las medicaturas
rurales. Todos los alumnos recibían sus uniformes, zapatos y útiles escolares.
Funcionamiento nocturno.
A
partir de las siete de la noche y los fines de semana, se abría la escuela para
presentaciones del coro, la estudiantina o el teatro de la escuela, para cursos
de alfabetización o educación básica para personas mayores de quince años,
charlas o cursos de cooperativismo, educación sexual, manualidades, planificación
familiar, prevención del delito y, en general para cualquier actividad que
propendiera a la superación y bienestar de la comunidad. Estas actividades eran
programadas por la escuela en reuniones con los padres de los alumnos y
representantes de instituciones ajenas a la comunidad, ya que esta era la mejor
estrategia para involucrarlos y saber quiénes eran los más interesados. La coordinación de estas
actividades estaba a cargo de un maestro o profesor entusiasta y plenamente
comprometido con el desarrollo, la justicia social y la superación de la
pobreza,
Para
que un programa de esta naturaleza funcione, es indispensable que el director
de la escuela sea creativo, muy activo, que esté enamorado del programa y
cuente con la colaboración de la comunidad, así como de instituciones o
empresas ajenas a ella.
La
comunidad participaba en el proceso de enseñanza aprendizaje de los niños,
especialmente en la educación para el trabajo. Cada escuela tenía un conserje,
pero como él trabajaba durante el tiempo de actividades, la comunidad
colaboraba en la vigilancia, mantenimiento y mejoras de las instalaciones
escolares y cada grado o sección tenía un delegado de los padres o
representantes.
El
gobernador del estado Mérida fue quien puso en marcha el Programa y le dio aportes
sustanciales, pero para transformar todas las escuelas que atienden a los niños
pobres en escuelas integrales, se necesita la ayuda nacional, internacional y
de las empresas
………….
Las
escuelas integrales me dieron muchas satisfacciones:
Pude
comprobar que si a los niños de los sectores pobres de la población se les dan
los mismos recursos para el estudio que tienen los niños de los otros sectores,
rinden igual o más que ellos.
Que los maestros de las escuelas de los
sectores pobres (barrios), con un buen programa de talleres o seminarios a
cargo de buenos docentes con experiencia que los motive y oriente, en poco
tiempo superan sus fallas.
Logramos que todos los niños de la comunidad
se incorporaran a la escuela y eliminamos, o redujimos casi a 0 las inasistencias
y la deserción.
Observamos cambios muy importantes en las comunidades
donde había una escuela integral.
Lamentablemente
en Venezuela no hay continuidad administrativa y cuando se produce un cambio,
por ejemplo, de un gobernador, especialmente si es de otro partido, como
sucedió en Mérida, se abandonan los proyectos que estaban en marcha. Con las
escuelas integrales sucedió algo que inició su decadencia, como fue el cambio
de directores y maestros que conocían y querían el programa. Luego vino el
cambio del Presidente y el que lo sustituyó, que es el actual, pretende convertir
todas las instituciones educativas en centros de adoctrinamiento socialista.
Esta experiencia también me demostró que para
cambiar nuestra educación mediocre por una educación de calidad, que es muy
cara, es necesario que al frente del gobierno esté una persona que tenga como
prioridad la educación, pero no una educación cualquiera, sino una que responda
a las altas y complejas exigencias de la Sociedad del Conocimiento y la
Información, para que Venezuela se desarrolle y pase a formar parte del grupo
de países del llamado primer mundo.
Las Escuelas Integrales de Mérida pudieron fundarse
y funcionar, porque en esa época fue elegido gobernador para dos períodos
seguidos, de cuatro años cada uno, el doctor Jesús Rondón Nucete, quien tenía
como prioridad la educación de calidad y le dio los recursos necesarios.
Recuerdo que en la reunión de directores y asesores
que hizo en la hacienda La Victoria para discutir el presupuesto que debía ser
rebajado, todos debíamos colaborar y cada uno decía qué se podría rebajar. Yo
dije que lo previsto para el Programa de Mejoramiento de la Educación habíamos
calculado justo lo necesario y si había que rebajarlo lo que podía hacer era
posponer algunas cosas para el próximo año. Entonces el gobernador dijo: a ese
programa no le podemos quitar, porque si no cumplimos con lo prioritario
perderemos todo el trabajo que hicimos para que yo fuera gobernador.
ESO ES LO QUE
SE LLAMA PRIORIDAD Y CUMPLIR LO PROMETIDO Y DEBEMOS TENERLO EN CUENTA EL
PRÓXIMO 7 DE OCTUBRE.
Mérida, 29/07/12.
el creador del proyecto fue el señor Benicio Torres!!!!!!
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