CARTA A LOS MAESTROS Y PADRES DE FAMILIA.
XXVIII
LAS
TAREAS ESCOLARES
Los maestros y profesores
siempre hemos puesto a nuestros alumnos tareas para que las hagan en sus casas,
pero desde hace tiempo esta costumbre ha sido discutida por diversas razones, entre
ellas porque es una injusticia ya que
hay una gran diferencia entre los niños de las distintas clases sociales, crean una responsabilidad más a los padres,
pueden ser un engaño y un mal ejemplo porque la tarea puede ser hecha por otra
persona, etc. En Francia fueron prohibidas por ley en 1956, pero las siguen
poniendo y en este momento se ha abierto una nueva discusión.
Lo ideal son las escuelas
activas con jornadas de ocho horas interrumpidas por el almuerzo, en las cuales
los alumnos son los principales autores de su aprendizaje y los maestros o
profesores normalmente dejan de dar clases para convertirse en vigilantes y
guías oportunos del trabajo que realizan sus alumnos. Cuando el aprendizaje se
realiza en esta forma no es necesario poner trabajos para realizarlos en la
casa. El problema para implantar este tipo de escuelas es que los maestros no
están preparados para trabajar de esa manera y, en consecuencia, debemos
prepararlos. Fue lo que hicimos en Mérida cuando fundamos las escuelas
integrales y el Centro Regional de Apoyo al Maestro.
También es necesario que las
escuelas de educación y los institutos pedagógicos de las universidades formen
a sus estudiantes para esta nueva modalidad de aprendizaje, de manera que las
instituciones educativas no sean lugares para enseñar sino para aprender, donde
los docentes en lugar de enseñar gramática, matemáticas, geografía o cualquier
otra materia, lo que hagan sea enseñar a aprender gramática, matemáticas,
geografía, etc., porque eso es lo que necesitamos en esta sociedad del
conocimiento y la información en la que los
conocimientos cambian constantemente y cada día a mayor velocidad. Por
lo tanto, lo que se debe enseñar es a aprender
a aprender para seguir aprendiendo durante toda la vida, para lo cual
contamos con una información que también crece constantemente y a la cual
podemos acceder principalmente por Internet.
En todo caso, las tareas deben
ser hechas en la escuela con el asesoramiento del maestro o profesor y para
complementar lo aprendido en la escuela los docentes pueden y deben indicar a
sus alumnos la lectura de algún libro que les amplié lo aprendido o les sirva de
recreación, buscar en el diccionario palabras que hayan sido mal usadas o hayan
escrito mal y que el maestro o profesor les haya subrayado o mandado a subrayar
o, si disponen de una computadora (u ordenador) , buscar más información por
Internet. Lo que no se debe hacer es poner tareas en que se necesite la ayuda
de otra persona. Si el alumno al leer un libro, o en cualquier otra actividad
que realice fuera de la escuela, se le presentan dudas debe anotarlas para
plantearlas en las clases del día siguiente.
Mérida, 12/04/12
acardenascolmenter@gmail.com
Creo que las tareas son buenas sempre y cuando el alumno haya comprendido bien el tema y los padres sean capaces de orientarlo sin asumir ellos el trabajo que correspomde al niño. Ademas las tareas acostumbran al individuo a ser disciplinado. Aunque los deberes para hacer en casa no pueden significar una sobrecarga para el alumno.
ResponderEliminar