jueves, 23 de agosto de 2012

VENEZUELA NECESITA BUENOS GOBIERNOS APOYADOS POR LA MAYORÍA DE LA POBLACIÓN


VENEZUELA NECESITA  BUENOS GOBIERNOS APOYADOS POR LA MAYORÍA DE LA POBLACIÓN                      
                                                                                               Antonio Luis Cárdenas Colménter

En los últimos días he recibido varios correos de dos de mis fraternales y consecuentes amigos: Francisco Kerdel Vegas y Heberto Urdaneta. En uno de esos correos Openheimer (The New Herald) dice:
¨No resulta sorprendente que casi todos los países latinoamericanos estén de la mitad para abajo en el nuevo ranking mundial de innovación de las Naciones Unidas. Lo que sí resulta sorprendente —y deprimente— es que con pocas excepciones, ni siquiera integran el subgrupo de los que están "aprendiendo a innovar¨
¨Con respecto a la baja calificación de los países latinoamericanos, se debe en gran medida a que la mayoría de los presidentes se resisten a reconocer que la región se está quedando atrás en calidad educativa, ciencia y tecnología¨
¨ Venezuela ha venido cayendo en picada en el ranking. El puesto 118 que ocupa este año está cerca del final de la lista, debajo de Zimbabue, Lesoto y Uganda.¨
A lo dicho en esos artículos debemos agregar que nuestro país está atravesando su peor época Dani Rodrik, profesor en Harvard, publicó un artículo titulado ¨No más milagros de crecimiento, ¨ en él afirma que el crecimiento en estos países será largo y difícil.
. La educación hacía mucho tiempo que no había estado tan mal. Cuatro mil niños y jóvenes en edad escolar están fuera de las aulas y cada día se hace más difícil conseguir un cupo para el primero y séptimo grados. Según Luis Bravo tenemos una fábrica de analfabetos.
Además, el actual gobierno que ya va a cumplir catorce años en el poder y que según Diego J. González Cruz recibió, solo de PDVSA después de haber pagado todos sus gastos, U.S.$ 334.124 millones de dólares[1] entre 1999 y el primer semestre de 2011. A esta cantidad habría que sumar lo recibido del impuesto a las otras empresas y a las personas naturales. Esto es más que la suma de lo que recibieron todos los presidentes que le precedieron desde la fundación de la República. Sin embargo, a pesar de haber recibido suficientes recursos para resolver los problemas del país, lo que ha hecho es agravarlos, crear otros e incrementar la deuda externa, que era de U.S.$ 34 millardos, hasta llegar, según el Ministerio de Finanzas, a U.S.$ a 37.179   millardos. Todos esos recursos han sido regalados a otros países, han servido para aumentar la corrupción, para sus gastos personales y viajes al exterior con grandes séquitos y enormes viáticos.
Herber Torres dice:
¨1 Que el Socialismo del  Siglo XXI ha contribuido a aumentar el subdesarrollo.
En 1998,  antes de  llegar Chávez al poder, el petróleo representaba el 77% del total de las  exportaciones del país. El otro 23% se componía de otros productos y  servicios, de los cuales alrededor de la mitad eran producidos por el  sector privado. Trece años después, en 2011, el peso del petróleo en las  exportaciones alcanzó el 96%. Este hecho nos convierte en el país de la América Latina   con la mayor concentración de sus exportaciones en materias primas, y   en un solo y único producto: el petróleo. Los teóricos de la dependencia  pueden afirmar que el socialismo del siglo XXI ha profundizado la dependencia  y el subdesarrollo del país.
2. Que nuestra deuda crece acelerada, costosa y  descontroladamente.
En 1998, la deuda total del sector  público venezolano era de alrededor de $ 34 millardos de dólares. Hoy esa  deuda toca los $150 millardos; es decir se ha más que cuadruplicado. Ese  aumento notable de la deuda ha ocurrido en un período en el que le han  entrado al país más de 1 billón de dólares por ingresos petroleros. Tan grave  como el monto creciente de la deuda, lo son también a) los elevados costos de  esa deuda,  sobre la cual pagamos intereses del 13% y más en dólares;  b)  la velocidad a la que viene aumentando;  c)  la falta de  transparencia en su adquisición y d) el despilfarro de esos recursos.
3.      Que hemos destruido el  aparato productivo nacional.
En 1998, había más de 14 mil  establecimientos industriales en el país. Al día de hoy, han desaparecido  unos 5 mil. Estimando unos 60 empleos por empresa, tenemos que se han perdido  alrededor de 300 mil puestos de trabajo. Estas cifras indican que en estos  trece años, el país ha vivido un intenso proceso de desindustrialización.
Por lo mismo que hemos casi que  destruido el aparato productivo nacional, es cada vez menos lo que se produce  en el país. Las necesidades de los venezolanos se satisfacen cada vez más a  través de importaciones. En 1998 éstas representaban alrededor del 18% del  total de la oferta en la economía venezolana; hoy representan aproximadamente  un 33%. Las importaciones saltaron de  unos $ 17 millardos en 1998 a una cifra que se  proyecta para este año superior a los $ 50 millardos. O sea, han crecido  300%  mientras  la economía sólo ha crecido en los últimos trece  años  a una tasa promedio de 2,2% anual.
4.      Que la inversión privada  nacional y  extranjera han desaparecido
Desaparecen  empresas y nadie  invierte en expandir las que quedan o en crear otras nuevas. Entre 2007 y  2010 la inversión privada cayó 43% y en 2011, la inversión total sólo aumentó  1%. Si hablamos de inversión extranjera, lo que está ocurriendo en Venezuela  contrasta notablemente con el resto de la región. El año  pasado, América Latina experimentó un record de inversiones  extranjeras;  recibió más de 154 millardos de dólares por ese  concepto.  El país de Lula,  uno de los líderes que Chávez mas  admira en la región,  se llevó casi la mitad de esa inversión. Le siguen  México, Chile,  Colombia y Perú. Nuestro vecino Colombia, con más de $  13 millardos, recibió más del doble de lo que vino a Venezuela, de donde más  bien predomina una intensa fuga de capitales.
5.      Que las empresas de  producción social no arrancan ni producen nada.
Desaparecen las empresas privadas,  no hay  inversión privada, y las empresas que el gobierno crea o  estatiza tampoco arrancan. En lo que lleva de gestión, el gobierno ha  expropiado alrededor de 1000 empresas y ha lanzado varios programas,   buscando montar un modelo alternativo de producción: las zonas de desarrollo  endógeno, las cooperativas, los fondos zamoranos, las empresas de producción  social, pare usted de contar, se han tragado cuantiosos recursos, sin que se  conozca hasta ahora  de ningún proyecto exitoso.
6. Que los controles de precios agudizan la inflación y destruyen  el salario
Después de Cuba, Venezuela es el  país de la América   Latina, con el sistema más extendido de controles de  precios. Sin embargo, es también el país con la inflación más alta. En su  pronóstico de predicciones económicas de Junio de este año, el Fondo Monetario  Internacional nos colocaba en el tercer lugar a nivel mundial, después de  Bielorrusia (66%) y Etiopía (33,9%) en cuanto a la inflación estimada para  finales de año. Aun si resulta por debajo de lo que el FMI ha estimado, igual  estará entre las más altas del mundo. La inflación se come todos los aumentos  de salarios. El poder adquisitivo del salario promedio de hoy es el mismo que  el de 1966. Si se trata  del salario mínimo,  el presidente  Chávez  nos dice que es el más alto de América Latina, pero eso no es  verdad. Si utilizamos un tipo de cambio digamos de 5,80 bolívares por dólar,  y no el de 4,30 que cada vez es más escaso,  nuestro salario mínimo  actual de Bs 1.780 se convierte en $ 306, por detrás del de Argentina ($435),  Costa Rica ($ 429), Chile y Brasil ($ 350) y Panamá ($ 349).
7. Que el Bolívar fuerte está cada vez más débil.
En enero de 2008 fue introducido  con bombos y platillos el Bolívar fuerte. De acuerdo con el Ministro Rodrigo  Cabezas, éste “debía convertirse en el símbolo del floreciente socialismo”.  En apenas cuatro años y medio, la moneda ha perdido el 66% de su valor. O  sea, un bolívar fuerte de hoy equivale a 34 céntimos del de enero de 2008. Su  futuro no luce mejor. Al ritmo inflacionario que vamos, para finales de 2013  habrá perdido alrededor del 90% de su valor. El Bolívar fuerte parece ser más  bien el símbolo del socialismo decadente.
8.       Que las reservas internacionales se están evaporando. A  pesar del enorme ingreso de  divisas que ha tenido el país en los últimos trece años, que sobrepasan el  billón de dólares, las reservas internacionales del país, se encuentran en  situación crecientemente precaria. Hoy apenas superan los 27 millardos de  dólares, por debajo de los 30 millardos que el propio gobierno definió como necesario.   Lo más grave es, que de ese monto, las llamadas reservas operativas, esas de  mayor liquidez y disponibilidad no llegan a los 2 millardos; o sea, ni  siquiera alcanzan para  un mes de importaciones.
9.       Que el déficit  fiscal se ensancha peligrosamente
El socialismo del siglo XXI se ha  montado sobre un gasto público creciente que por un buen tiempo ha estado  sostenido por ingresos petroleros también crecientes.  Sin embargo, en  los últimos meses, el precio de la cesta petrolera venezolana ha caído más de  un 20% , pudiendo conducir a un déficit fiscal superior al 10% para este año.  Los déficit fiscales altos y sostenidos, son el síntoma más notable de una  economía enferma.
10.   Que el socialismo del siglo XXI nos ha ido  aislando internacionalmente.  
Mientras celebramos hoy la  incorporación a Mercosur, nuestros vecinos han ido mucho más lejos y más  rápido en materia de integración económica internacional. Países como  Colombia, Perú, Chile y México entre otros, han firmado acuerdos de  integración entre ellos mismos, con los Estados Unidos, con la Unión Europea, con  Corea del Sur. Adicionalmente, nuestras políticas de integración son  contradictorias.  Mientras estatizamos empresas y hacemos la economía  menos eficiente y competitiva, nos integramos a un mercado plenamente  capitalista,  en el cual la competencia no perdonará a los que no sean  altamente productivos. Sin duda, las empresas privadas venezolanas estarán en  total y creciente desventaja.¨
La herencia que nos va a dejar Chávez no podía ser peor, por eso digo que para que Venezuela salga de esa situación y se encamine hacia el desarrollo, va a ser necesario que no haya fraude en las elecciones del 7 de octubre para que el gobierno de  Henrique Capriles Radonski sea el primero de una serie de buenos gobiernos que encaminen a Venezuela hacia el progreso, para lo cual va a requerirse el apoyo de la mayoría de la población  que debe entender la situación, y que, como dice Rodrik, no hay más milagros y un solo gobierno no puede resolverlo todo de un día para otro. También va a ser necesario que grandes empresas de comunicación no vuelvan a lanzar una campaña de desprestigio contra el gobierno y los partidos políticos para apoyar al primer golpista, aventurero, incapaz y ambicioso que se les presente para la presidencia de la República.

Mérida, 19/08/12



[1] Los totales del cuadro resumen de González Cruz son: Producción oficial miles de barriles día 3.160. Total de ingresos PDVSA millones  de U.S.$ 929.494. Precio promedio cesta U.S.$/barril 50,,3. Costos y gastos sin regalías e impuestos menores millones de U.S.$ 604.902. Regalías e impuestos menores millones de U.S.$ 143.014. Costos y gastos con regalías millones de U.S.$ 747.916. ISLR directo millones de U.S.$ 46.932. Programas sociales y FONDEN millones de U.S.$ 79.619,  Utilidad neta consolidada millones de U.S.$ 64.559. Total apotes a la Nacción millones dee U.S.$ 334.124. % De los aportes de los ingresos brutos de PDVSA 35,9.

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