CARTA A LOS MAESROS Y PADES DE FAMILIA IV
EL CASTELLANO Y LA MATEMÁTICAS.
Apreciados colegas y amigos.
A la enseñanza-aprendizaje del castellano y de las matemáticas debemos
prestarle una atención muy especial porque, además de la importancia que ellas
tienen en sí mismas, estas materias son un instrumento fundamental para el
aprendizaje de las otras asignaturas. Nadie puede aprender bien historia, geografía,
biología, etc. si no domina la lengua en que estas materias están escritas o
las explicamos oralmente, y lo mismo sucede con las matemáticas cuyo
conocimiento es fundamental en materias como la física, la química, la estadística,
etc.
En la segunda carta ya nos referimos a algunos de los problemas
que se nos presentan debido al deficiente dominio de nuestra lengua materna.
Uno de esos problemas es la pobreza del vocabulario. Por ejemplo, nadie puede
entender un texto o una clase de geografía que trate de las penillanuras, de
los tepuy o de los iceberg o témpanos de hielo, si no sabe lo que significan
esas palabras. Pero para tener un buen dominio de un idioma, no basta un buen
vocabulario, también es indispensable un conocimiento básico de la gramática,
por ejemplo, ser capaz de analizar una frase o una oración, distinguir los
sustantivos, los verbos, los adverbios, las preposiciones, etc. y sus
funciones, diferenciar un complemento directo de otro indirecto, saber cuál es
la diferencia entre un verbo regular y otro irregular, etc. Y, para evitar
errores que se cometen con cierta frecuencia, se deben enseñar casos como el del
verbo haber que se utiliza solo en
singular cuando no se emplea como auxiliar, por ejemplo, “hubo corridas de toros” y, en cambio, cuando se emplea como verbo
auxiliar, como es el caso de “hubieran
comido”, donde el verbo principal es comer, si se usa en plural. O también el
caso del gerundio que solo se puede usar cuando indica una acción pasajera, y
coetánea con el verbo principal por ejemplo, “yo lo vi corriendo”, pero en
cambio, cuando indica una acción permanente como “yo mandé una caja conteniendo zapatos” aquí el gerundio
está mal usado porque, después que yo envié esa caja, los zapatos siguieron
ahí, en ese caso se debe decir: “yo mandé
una caja que contenía zapatos” Finalmente,
deseo señalar el indebido uso de los extranjerismos, por ejemplo,
“container” en lugar de contenedor. El
objetivo es que el alumno que ha cursado la educación básica y la educación
media, pueda hablar y escribir correctamente.
En el caso de las matemáticas, el objetivo debe ser similar. Un
alumno que haya cursado la educación básica y media debe tener un buen dominio
de esta ciencia, pero esto no siempre se logra. La dificultad que se presenta
con las matemáticas en la educación básica se debe, principalmente, a que los
propios maestros no la dominan suficientemente y, en la secundaria, a que
existe un gran déficit de profesores graduados en la especialidad de física y matemáticas.
Otra de las razones del fracaso en el aprendizaje de esta ciencia son las
llamadas “lagunas”, es decir, la falta de conocimientos previos indispensables
para resolver problemas cada vez más complejos. Esto sucede porque se avanza
hacia lo más difícil, sin haber
aprendido bien lo previo y más sencillo. Por ejemplo, el maestro no debe enseñar
la resta si los alumnos no dominan bien la suma, ya que la resta es la
operación inversa a la suma, así como la multiplicación es una suma abreviada y
la división es la operación inversa a la multiplicación. Con esto quiero decir
que las matemáticas deben enseñarse en una secuencia lógica, sin dejar nada que
los alumnos no dominen bien antes de pasar a problemas cada vez más complejos.
Finalmente quiero destacar el error que se comete al presentar esta materia
como un “coco”, cuando se le dice a los alumnos que ella es muy difícil y sólo
es para los más inteligentes. Por el contrario a los alumnos hay que motivarlos,
hay que decirles que no hay materias difíciles si se estudia con entusiasmo y
lo suficiente.
La falta de dominio del castellano y de las matemáticas, es una de
las razones por la que los aspirantes a ingresar a una universidad , no pasan
la Prueba de Aptitud Académica o las pruebas que hacen las propias
universidades, o fracasan cuando ya están estudiando una carrera.
Cordiales saludos de su colega y amigo.
Antonio Luis Cárdenas Colménter
alcardenas@cantv.net
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