CARTA A LOS
MAESTROSY PADRES DE FAMILIA. XIII
LA EDIFICACIÓN ESCOLAR Y SU DOTACIÓN.
Apreciados colegas y amigos
La escuela, el colegio y el liceo, deben ser lugares acogedores y
funcionales, sitios a donde provoque ir y sea placentero estar. Bolívar, como
gran estadista, convencido de que el primer deber del gobierno es darle
educación al pueblo, decretó que los mejores edificios debían destinarse “al
uso de los colegios de ciencias y artes, y de la escuela primaria…” (Decreto
firmado en Chuquisaca el 11/12/1825). Este decreto no lo podríamos cumplir al
pié de la letra, pero si deberíamos seguir el ejemplo del presidente Isaías
Medina Angarita quien, durante su gobierno y con un plan bien concebido, mandó a construir numerosos grupos escolares
y liceos que son un excelente ejemplo de lo que se debe hacer.
La mayor parte de nuestras escuelas funcionan en casas alquiladas,
y a veces deterioradas, que fueron construidas para viviendas y que, en consecuencia, no
reúnen los requisitos necesarios para que en ellas funcione una institución
escolar. Otro problema que se presenta es que muy pocos arquitectos conocen los
requisitos que deben cumplirse en la construcción de un edificio destinado a la
docencia y la “Fundación de Edificaciones y Dotaciones Escolares” (FEDE) no
supervisa los que construyen los gobiernos estadales y municipales, ni los que
se fabrican para los colegios privados.
Para la construcción de un edificio destinado a la docencia, lo
primero que se debe hacer es la selección del sitio donde se va a edificar, el
cual debe estar situado en un terreno firme, de fácil acceso para los alumnos y
maestros o profesores y en el cual no haya peligro de que sean afectados por
derrumbes o inundaciones. En segundo lugar debe orientarse de manera que el sol
no entre directamente a las aulas. En tercer lugar se debe calcular muy bien la
capacidad de cada aula, oficina y sitios para los actos culturales y la
recreación y, donde las dimensiones del terreno lo permitan, se debe tener una
cancha para los deportes y un huerto escolar. Cuarto, la construcción debe ser
sólida y cumplir con los requisitos antisísmicos. Quinto, las puertas de las
aulas y laboratorios deben abrir hacia afuera para facilitar la evacuación en
caso de necesidad, arriba de las puertas de los laboratorios es conveniente que
haya una ducha para el caso de que un alumno o un profesor sufra algún
accidente en el que necesite ser mojado. Sexto, las ventanas deben ser
amplias para que permitan la entrada de
suficiente luz, no deben ser muy bajas para que los alumnos no se distraigan
mirando hacia afuera y debe evitarse que si tienen puertas puedan golpear a los
alumnos. Séptimo, los techos deben ser altos y de tejas para evitar el calor y,
en ningún caso se debe utilizar el asbesto porque es dañino para la salud.
Octavo, la estética es muy importante, especialmente en los barrios marginales
de las ciudades donde la escuela tiene que ser un ejemplo para esos niños que,
generalmente, viven en ranchos con condiciones muy precarias para la habitabilidad.
En cuanto a la dotación, las escuelas, colegios y liceos deben
tener todos los materiales necesarios para propiciar una educación de calidad.
En los primeros seis años de la educación básica en cada aula debe haber una
biblioteca con libros de texto, de consulta y de lecturas amenas de acuerdo con
el grado correspondiente. A partir del séptimo grado lo mejor es tener una
biblioteca general bien dotada. Los pupitres que se colocan en fila y que son
eficientes para la escuela tradicional en la que el maestro dicta y el alumno
copia, memoriza y repite, deben ser reemplazados por mesitas y sillas que
puedan unirse para el trabajo en grupos y para otros ejercicios didácticos, de
manera que los alumnos se vean las caras, intercambien ideas y se conviertan en
los principales actores de su aprendizaje. En una escuela activa a la que se va
a aprender a aprender para seguir aprendiendo durante toda la vida, el maestro
no puede ser un simple dador de clases, por el contrario, debe ser un guía
activo, preparado, oportuno, atento a lo que hacen sus alumnos para
corregirlos, evaluarlos y orientarlos. De esta manera los alumnos hacen sus
tareas en la escuela y no en la casa donde no siempre tienen una persona que
los oriente. Esta falta de orientación en el hogar es más grave para los niños
de las clases sociales con menos recursos económicos y culturales.
Como no debo alargar esta carta demasiado, no voy a referirme a
las dotaciones más obvias, como los programas, los manuales del docente, mapas,
esferas, reglas, escuadras, materiales de laboratorio. televisores, proyectores de diapositivas y de láminas, etc.
De la importancia de las computadoras en la educación nos ocuparemos en la
próxima carta.
Cordiales saludos para mis colegas y amigos
Antonio Luis Cárdenas Colménter
alcardenas@cantv.net
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