CARTA A LOS
MAESTROS Y PADRES DE FAMILIA. XXV
IDEARIO EDUCATIVO DE BOLÍVAR. VII
Apreciados colegas y amigos
Bolívar, después de libertar cinco naciones quiso organizarlas de
acuerdo con las ideas políticas más avanzadas de su tiempo, pero él sabía que
eso no era posible en países en los que solo una clase social muy pequeña tenía
una buena educación. De ahí que él afirmara que la moral y las luces eran (y lo
son todavía) nuestras primeras necesidades. Además, él estaba convencido de que
sin el desarrollo de las ciencias y de las artes estos países no alcanzarían su
pleno desarrollo. En 1815, en una carta firmada en Santa Fe afirma que “Las
ciencias han inmortalizado siempre a los países donde han florecido…”, y en la
Carta de Jamaica dice: “…las ciencias y las artes que nacieron en el Oriente y
han ilustrado la Europa volarán a Colombia libre, que las convidará con un
asilo.” Ese convencimiento explica su interés por las universidades, los
colegios de ciencias y artes y los seminarios. En la carta anterior vimos lo
que hizo en favor de la Universidad de Caracas, ahora, muy sucintamente, nos
ocuparemos de lo que realizó en los otros países por él liberados.
En 1824 fundó la Universidad de Trujillo (Perú), la dotó de rentas
y dispuso que se le diera el Colegio del Salvador con su iglesia. Esta nueva
Universidad, de acuerdo con el decreto que le dio origen, debía enseñar las
“…ciencias Eclesiásticas, exactas y naturales, Derecho Público y Patrio;
Filosofía y Humanidades…”
En 1825, en tres oportunidades, envió becarios para que estudiaran
en Inglaterra. Estableció una academia
de taquigrafía y un curso de teología en la Universidad de San Marcos. Creó un
Colegio de Ciencias y Artes en la capital del departamento de Puno y lo dotó de
rentas. Decretó la apertura del Seminario Conciliar de Santo Toribio en Lima y
también lo dotó de rentas. Unificó la Universidad de San Cristóbal y el Colegio
Seminario del mismo nombre que tenían su sede en la ciudad de Ayacucho. Creó un
Colegio de Ciencias y Artes en Chuquisaca y dispuso que para este colegio se
reparara y acondicionara el colegio San Juan. A finales de ese año, promulgó un
decreto para que el colegio seminario de Chuquisaca fuera el colegio de ordenados de toda la República, dispuso
que para la enseñanza de las ciencias eclesiásticas hubiera cuatro cátedras: ”Una de historia eclesiástica. Otra
de escritura, Otra de cánones. Otra de teología”, y siete cátedras con otros
objetivos: “Una de lengua castellana y latina. Otra de retórica, elocuencia y
oratoria. Otra de matemáticas puras y arquitectura. Otra de medicina. Otra de
botánica y agricultura. Otra de filosofía moderna.”
En 1826 recibió una condecoración que le otorgó la Universidad de
San Marcos y en su discurso se reflejan el
aprecio y respeto que él tenía a estas instituciones, ahí dijo: “Al pisar
los umbrales de este Santuario de las Ciencias yo me sentí sobrecogido de
respeto y de temor y al verme ya en el seno mismo de los sabios varones de la célebre Universidad de San Marcos yo me
veo como humillado entre hombres envejecidos en las tareas de profundas y
útiles meditaciones…” En este mismo año eximió del servicio militar a los
estudiantes, decretó el aumento del número de seminaristas del Seminario de
Caracas y aumentó las rentas de esta institución para el sostenimiento de los
nuevos estudiantes.
En 1827 decretó la organización y rentas de la Universidad del
Cauca, destinó para esa Universidad el convento e iglesia de Santo Domingo al
que se le harían las reparaciones necesarias pero, entre tanto, estaría en el
edificio del Colegio Seminario. Organizó la Universidad Central de Quito, y
concedió al Colegio de Antioquia, en Medellín, el estudio de la jurisprudencia
en todos sus ramos.
En 1828, José Manuel Restrepo, Secretario de Estado del Despacho
del Interior, emitió una circular en la cual manifiesta la preocupación de
Bolívar por la participación de un grupo de estudiantes de la Universidad de
Bogotá en los disturbios que ocurrieron en esa ciudad como consecuencia de la
conspiración que estalló el 25 de setiembre de ese año. En esa circular se hace
del conocimiento público que “Para evitar estos y otros escollos, el Libertador
Presidente, con dictamen de su consejo de ministros, y visto el informe de la
universidad central de Bogotá, ha resuelto hacer las siguientes variaciones en
el plan de estudios…” y expone las seis variaciones que se debían hacer.
En 1829, Bolívar le pidió a
las universidades de Caracas, Bogotá y Quito que informaran al gobierno lo que
se debía hacer “para mejorar la extracción, preparación y el comercio de las
quinas, y de las demás sustancias útiles para la medicina,…”
Saludos cordiales de su colega y amigo
Antonio Luis Cárdenas Colménter
alcardenas@cantv.net
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