LOS
PROYECTOS PEDAGÓGICOS DE PLANTEL
Nota: Este documento es parte de uno mayor titulado “La Calidad de
la Educación y los Proyectos Pedagógicos de Plantel”, publicado por el
Ministerio de Educación en diciembre de 1995.
Introducción
Hoy en día sabemos que el desarrollo de
una sociedad se basa en la educación de sus ciudadanos. Lo que es importante
destacar es que no estamos hablando de cualquier educación, sino de una
educación de calidad.
Porque, ¿de qué nos sirve dictar normas
y procedimientos, de qué sirve legislar y administrar, para qué se construyen
escuelas y se invierten recursos, si la educación que reciben los ciudadanos es
mala o mediocre?
El centro de gravedad de nuestra
política educativa quiere estar en lo que ocurre en las aulas. Porque sabemos
que así como existen muchos docentes que saben enseñar y que educan con sus
actitudes, también existen innumerables casos de malversación del tiempo y del
esfuerzo educativo. La rutina se ha ido adueñando de las prácticas pedagógicas.
Se “pasan los objetivos” pro no se educa. Responden nuestros muchachos a los
cuestionarios y hacen sus tareas, pero aprenden y se desarrollan
intelectualmente muy poco
Eso es lo que pretendemos cambiar, el
conformismo y la pobreza formativa de los rituales escolares, para incrementar
la calidad de nuestra educación en todos los niveles y modalidades del sistema.
Esto no quiere decir que debamos buscar que las nuevas generaciones aprendan
más y más cosas. No va por ahí el cambio al que aspiramos. Por el contrario, se
debe tratar de que adquieran menos conocimientos dispersos y banales y que. más
bien, de que aprendan lo esencial de una manera sólida y que, sobre todo
“aprenda a aprender” de manera autónoma. Basta ya de atiborrar a las mentes de
informaciones inconexas. Enseñemos a pensar correctamente y también enseñemos a
pensar, a valorar y a decidir éticamente.
¿Cómo se hace eso? Dejando de lado los
modos rutinarios de actuar y considerando a la educación no como una
preparación para la vida, sino como una continua experiencia de vida
intelectual y ética que es su esencia, lo cual exige, como principal política,
la transformación de las prácticas pedagógicas para mejorar la calidad de
nuestra educación, cuya herramienta fundamental son los “Proyectos Pedagógicos
de Plantel”.
Un proyecto pedagógico de plantel no
es otra cosa que un conjunto de acciones planificadas de manera colectiva por
los docentes, directivos y miembros de la comunidad educativa, las cuales se
orientan a resolver los principales problemas de la institución.
Entendemos desde el Ministerio de
Educación que para que aflore un nuevo clima, en el que las energías de las
comunidades educativas se centren de manera constructiva en resolver los
problemas pedagógicos de la formación, se necesita que el Ministerio no solo
permita una mayor autonomía y creatividad en la actuación de los docentes sino
que estimule y apoye esa creatividad.
Por eso, los docentes deben tener claro
que el Ministerio de Educación no está pretendiendo implantar un nuevo modelo o
paradigma curricular determinado, porque entiende los proyectos pedagógicos de
plantel más bien como una metodología de acción que permite generar un clima
intenso de reflexión sobre las prácticas pedagógicas, a partir de una revisión
de las características particulares de los alumnos y de su entorno para
propiciar el uso más provechoso posible de los recursos que la escuela posea, y
para que los niños y jóvenes aprovechen al máximo su paso por ésta. De allí que
se incentive a los docentes a mejorar sus capacidades y habilidades –a las
cuales se considera el principal recurso- a asumir más plenamente su rol
profesional y a generar una mayor identificación con la institución y la
comunidad.
En consecuencia, el primer paso de la
acción de los docentes es la reflexión compartida sobre la realidad de su
plantel, centrando el análisis que se debe realizar en las características de
sus propias prácticas y en las dificultades y habilidades que tienen los
estudiantes para aprender.
Con ello, volvemos a poner el acento en
aquello que justifica el quehacer profesional de los docentes y que tipifica su
identidad: los problemas pedagógicos.
Desde tal perspectiva asumimos, como
Ministerio, que sería equivocada la estrategia de tratar de implantar “desde
arriba” cualquier renovación pedagógica. No se tratará esta vez, por lo tanto, de adoctrinar a los
docentes en determinada teoría o técnica pedagógica para luego conminarlos a
que las apliquen.
Ese camino sería equivocado porque la
filosofía educativa del país es una sola, pero en el terreno del quehacer
pedagógico existen muchas teorías y una cantidad aún mayor de técnicas y
estilos de trabajo distintos, los cuales pueden ser pertinentes para alcanzar
los objetivos de la política educacional. No se trata de uniformar el estilo
pedagógico de los planteles desde arriba.
Más bien entendemos que la renovación
pedagógica debe surgir de la autocrítica profesional y de la inventiva de cada
equipo de docentes. Los actores principales del cambio pedagógico son y deben
ser los docentes y los directivos de cada plantel. Lo que toca al Ministerio de
Educación es propiciar un clima que lo permita y estimule y acompañar este
proceso, apoyar con sus recursos la capacitación de los docentes, dar
asistencia técnica a sus ensayos y evaluar y reconocer los resultados.
En atención a esta reflexión, debe
recordársele a los docentes que no deben esperar a que se produzca la reforma
de los programas de estudio para comenzar a desarrollar las innovaciones y
experiencias pedagógicas. A los programas ha de tomárseles como guías
indicativas y pueden y deben ser reformados en la práctica a partir del
análisis profesional que realice cada quipo de docentes. No se tratará, en lo
sucesivo, de adaptar la vida escolar a los programas sino de adaptar los
programas a la realidad de cada escuela.
Esto quiere decir que si bien existen
ejes y coordenadas generales en toro a los cuales se desarrolla la labor
escolar (contenidos sobre todo en la Ley Orgánica de Educación y en el Plan de
Acción), cada grupo de educadores en cada plantel debe responsabilizarse por el
diseño de diferentes experiencias de trabajo pedagógico.
El Ministerio de Educación sostiene que
así como la política educativa nacional que le corresponde formular es única,
los proyectos pedagógicos de plantel, representándola, han de ser diversos
puesto que no todas las situaciones escolares son iguales, ni existe un método
único para hacer pedagogía, ni el estilo d trabajo de los diferentes grupos de
educadores tiene por qué ser el mismo.
Queremos que cada equipo de docentes
diseñe su particular manera de hacer pedagogía y que enfrente con inventiva los
problemas específicos de aprendizaje y de formación de sus alumnos, al igual
que su necesario perfeccionamiento como profesionales.
La Historia Escolar es útil para la
elaboración de un proyecto pedagógico de plantel. En ella deben definirse
claramente los siguientes aspectos:
Consideraciones generales del
plantel.
¿Qué
escuela tenemos?
¿Cuáles problemas y capacidades o
fortalezas tenemos?
¿Qué escuela queremos?
¿Qué objetivos debemos lograr para
alcanzar la escuela que queremos?
¿Cuál es el camino a seguir, es decir,
de dónde estamos saliendo y cómo hacer para llegar a donde deseamos y debemos
llegar?
¿Cuáles son las acciones a llevar a
cabo?
¿Qué resultados esperamos este año
escolar?
¿Cómo vamos a saber los resultados,
cómo vamos a evaluar la calidad y el éxito de nuestras acciones?
¿Qué necesitamos para poder alcanzar
nuestros objetivos?
¿Qué podemos hacer desde ahora, es
decir, cuáles acciones dependen exclusivamente de nuestro trabajo pedagógico y
qué podemos empezar a poner en marcha?
¿Qué personas, organismos, instancias o
instituciones podrían colaborar o participar y de qué manera lo harían?
Consideraciones sobre los problemas
pedagógicos:
¿Cómo está la situación en cuanto a
comprensión de la lectura, expresión escrita, dominio de operaciones y de
problemas matemáticos?
¿Cuántos repitientes tenemos este año?
¿Cómo están las inasistencias diarias
de los alumnos?
¿Cómo está el rendimiento de cada aula
según sean varones o hembras?
¿Cómo está la tasa de deserción y de
matrícula anual?
Información centrada en las
funciones, las tareas y el desempeño del equipo de docentes que trabaja en la
escuela?
¿Qué cursos o aprendizajes tiene determinado
colega que nos pueda servir a todos?
¿Qué otras posibilidades tenemos de
intercambiar experiencias que contribuyan a formarnos unos a otros?
Condiciones materiales de la
escuela:
¿Dispongo del material que me ayude a
motivar una clase de matemáticas o de historia?
¿Puedo mejorar la distribución de los
muebles de la sala de clase?
¿Cómo está la dotación de libros y de
materiales didácticos de la biblioteca o de mi aula?
¿Qué podemos compartir entre colegas?
¿Podemos censar todo lo que cada uno
utiliza y ponerlo a la disposición de todos?
¿Podrían el director o algunos docentes
encargarse del inventario y proponer acciones y soluciones?
¿Qué servicios y equipos tiene la
escuela: materiales didácticos, fotocopiadora, multígrafo, bibliotecas,
servicio de Psicopedagogía y otros?
Condiciones sociales y económicas de
nuestra comunidad:
¿En qué categoría social pueden
ubicarse las familias que nuestra escuela atiende?
¿Qué vida tienen los niños en su casa:
horarios de sueño, de vigilia, dedicados a la T: V., a los juegos o a las
padillas de la calle o del sector?
¿Se dispone en la zona de
infraestructuras o instituciones para el uso del tiempo libre: canchas,
teatros, cines, bibliotecas, asociaciones culturales, etc.?
¿Cómo son las relaciones de la escuela
con su entorno vecinal?
Debilidades y fortalezas del
plantel:
¿Los docentes tenemos capacidades o
competencias variadas que puedan compartirse o intercambiarse?
¿La dotación de la biblioteca es
suficiente y está en buen estado?
¿Existe un buen espacio para canchas y
para usos múltiples?
¿El número de días no trabajados es
alto?
¿Las suplencias so muy frecuentes?
¿En qué nivel están los índices de
comprensión de la lectura de los alumnos?
¿Cómo apoyan los representantes la
labor escolar?
El Ministerio de Educación a partir de
esta comunicación pública, pone en marcha su proyecto central, de estímulo y
apoyo a los proyectos pedagógicos de plantel bajo la coordinación de la
Dirección de Docencia y con el apoyo técnico del Centro de Investigaciones
Culturales y Educativas (CICE), al cual se habrán de integrar, en forma
voluntaria y en lapsos progresivos, los planteles donde así lo hayan decidido
sus comunidades educativas.
Para una primera etapa, la del curso
1995-1996, el Ministerio se compromete a formar el equipo central y los equipos
estadales, integrados por directores, supervisores y profesores universitarios,
para que realicen el acompañamiento técnico a cien planteles, entre aquellos
que voluntariamente se postulen, en el Distrito Federal y en otras regiones del
país,
También se compromete el Ministerio a
elaborar y difundir, a partir de enero de 1956, un manual autoinstruccional que
ayude a las comunidades de docentes a diseñar e iniciar sus proyectos
pedagógicos de plantel. Igualmente, se organizarán dos coloquios de alto nivel,
con invitados de otros países para contrastar sus experiencias con las que
entre nosotros se inicien. Se creará un Centro de Difusión que tendrá como
objetivos alimentar los proyectos pedagógicos de plantel en marcha con literatura
pertinente y editar una revista en la cual se recojan los informes y análisis
de los docentes de base que participen en estos proyectos. Y, por supuesto, se
prepararán los equipos necesarios, con los criterios y técnicas adecuadas, para
ir evaluando este proceso y sus resultados.
A integrarse a esta tarea patriótica,
en una u otra modalidad, invita el Ministerio de Educación a los docentes,
directores, supervisores, a las universidades, a los equipos técnicos e
instituciones que ya colaboran o pueden hacerlo, a los padres y representantes
y a los propios estudiantes. Porque para regenerar a nuestra educación todos
debemos estar en primera fila, para aportar nuestra específica cuota de
trabajo. Esa es la invitación que hacemos.
Antonio Luis Cárdenas Colménter,
Ministro de Educación.
Miembros del equipo coordinador de los
proyectos pedagógicos de plantel:
Consuelo Briceño Canelón, Dirección
General de Docencia.
Mariano Herrera, Director de CICE.
Leonardo Carvajal, Profesor de la UCV y
Asesor del Ministro.
Jesús Díaz, Profesor de la UPEL y UCV y
Asesor del Viceministro.
María Angelina Rodríguez, Dirección de
OSPP.
Felipe Becerra, Consultor de la UCEP
Jesús Gilberto Andoneguí Millán,
Consultor de la UCEP.
Dr Cardenas, aun nos habla desde la eternidad con la claridad y pertinencia de siempre.
ResponderEliminarTodo bien hermano a fuego
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