martes, 17 de julio de 2012

¿QUÉ NOS PASA?



                        ¿QUÉ NOS PASA?, DESPERTEMOS, REACCIONEMOS
Antonio Luis Cárdenas Colménter
El papa Juan Pablo II visitó nuestro país dos veces, y en una de esas visitas nos increpó con estas palabras: “¿Es que no hay profesionales en Venezuela? ¿Qué les pasa?. Despierten. Reaccionen es el momento.“
En aquella oportunidad no era el momento, la democracia, con sus errores, funcionaba, pero las severas limitaciones presupuestarias  no permitían hacer lo que se quería y se necesitaba.
Hoy la situación es completamente diferente, el gobierno dispone de recursos como nunca antes, más que suficientes para resolver los problemas y promover el desarrollo y bienestar del país, pero en lugar de una democracia tenemos una autocracia, un solo poder, el Ejecutivo en la persona del Presidente, decide lo que él quiere que se haga, La Constitución y los otros poderes sirven solo para hacer creer a los demás países que aquí hay una democracia. Pero lo que Chávez quiere es imponer una sola manera de pensar: el llamado Socialismo del Siglo XXI, que no es ni socialismo y que tiene más que ver con el siglo XIX en Venezuela, que con el siglo XXI, caracterizado por la Sociedad del Conocimiento y la Información  y por la Globalización.
Ahora si es el momento y lo podemos hacer pacíficamente, no con  violencia, sino con votos y la fecha es el próximo 7 de octubre.
Pongamos algunos ejemplos de cómo se viola la Constitución y se cometen horribles desafueros
En los Principios Fundamentales, artículo 2, se dice que “Venezuela es un Estado democrático, de Justicia, que propugna la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia y en general los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.”
Hoy nada de esto se cumple. Venezuela no es un Estado democrático sino autocrático, todo el poder lo detenta el Presidente Hugo Chávez Frías. Los otros poderes públicos que contempla la Constitución actúan de acuerdo con lo que les ordena Chávez y sirven para que los demás países crean que aquí hay división de poderes como corresponde a un régimen democrático.
Tampoco hay justicia ni igualdad, por ejemplo, a los comisarios Simonovis, Vivas y Forero que estaban tratando de poner orden en la Avenida Baralt, que fue donde se produjeron los mayores enfrentamientos después de la multitudinaria marcha del 11 de abril de 2002, los condenaron a 30 años de prisión, a pesar de haber comprobado que no habían disparado. En cambio, a los pistoleros de Puente Llaguno a quienes, gracias a un video que hizo el camarógrafo de una televisora, todos pudimos ver que disparaban una y otra vez contra los manifestantes, los declararon héroes y los dejaron en libertad. Aquí se cumplió lo que decía el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo: “La ley es para aplicársela a los de la oposición”
Un caso similar al anterior es el de la jueza Afiuni que, de acuerdo con una orden dada por el  Presidente en un programa de  televisión, fue condenada a 30 años de prisión por haber dejado en libertad a un acusado en cuyo expediente no existía nada que demostrara su culpabilidad.       
Los derechos humanos y garantías establecidos en la Constitución tampoco los toma en cuenta el gobierno, por ejemplo, el artículo 115 dice: “Toda persona tiene derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes. La propiedad estará sometida a las condiciones, restricciones y obligaciones que establezca la ley con fines de utilidad pública o de interés general. Sólo por causa de utilidad pública o interés social, mediante sentencia firme y pago oportuno de justa indemnización, podrá ser declarada la expropiación…” Sin embargo, el Presidente ha expropiado una diversidad de propiedades sin cumplir los requisitos antes señalados y al hacerlo ha generado una gran desconfianza en la seguridad jurídica y una notable disminución en la producción de bienes de consumo 

                                                                                                                                     
He dejado para el final de los ejemplos de violaciones a la Constitución dos que me atañen directamente.

El primero es el de la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho lo define la Convención Americana sobre Derechos Humanos de la siguiente manera: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.”

En contravención con el anterior artículo, el gobierno, que pretende imponer a los niños el socialismo como única corriente política,  mandó a imprimir millones de libros de texto con los contenidos que ellos deben aprender, los distribuyó gratuitamente en todas las escuelas y prohibió el uso de otros textos. Igualmente distribuyó millones de computadoras con las informaciones que deben recibir y sin posibilidad de conectarse con Internet.

Por otra parte cerró a Radio Caracas Televisión, a otros canales y a decenas de emisoras y de periódicos y tiene acosado a Globovisión que es el canal de mayor audiencia en el país y últimamente le puso una multa mil millonaria.

El segundo y último ejemplo es el del  Artículo 109 que se refiere a la autonomía universitaria que se ha querido violar, pero las autoridades de las universidades, con el respaldo de los consejos universitarios, no lo han permitido. Este artículo establece que: “El Estado reconocerá la autonomía universitaria como principio y jerarquía que permite a los profesores, profesoras, estudiantes, estudiantas, egresados y egresadas de la comunidad dedicarse a la búsqueda del conocimiento a través de la investigación científica, humanística y tecnológica, para beneficio espiritual y material de la Nación. Las universidades autónomas se darán sus normas de gobierno, funcionamiento y la administración eficiente de su patrimonio bajo el control y vigilancia que a tales efectos establezca la ley. Se consagra la autonomía universitaria para planificar, organizar, elaborar y actualizar los programas de investigación, docencia y extensión. Se establece la inviolabilidad del recinto universitario. Las universidades nacionales experimentales alcanzarán su autonomía de conformidad con la ley”

A pesar de que se trata de un artículo taxativo, el Tribunal Supremo de Justicia ha querido imponer un artículo de la Ley Orgánica de Educación para la conformación del claustro encargado de las elecciones universitarias. En este caso el Tribunal cometió dos desafueros, el primero querer imponer el artículo de una Ley por encima de la Constitución, y el segundo multar a los miembros del Consejo Universitario de la Universidad Central que, para cumplir con lo que manda la Constitución, votaron en contra de lo propuesto por dicho Tribunal. Esa multa fue luego dejada sin efecto.

DESPERTEMOS, REACCIONEMOS. El 7 de octubre es la oportunidad.

Mérida, 14/07/12

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