domingo, 29 de abril de 2012

LA CULTURA Y EL BIENESTAR DE LA HUMANIDAD


               LA CULTURA Y EL BIENESTAR DE LA HUMANIDAD
                                                                     Antonio Luis Cárdenas Colménter
Cuando en un país, como consecuencia de la indiscutible  importancia que tienen la ciencia y la tecnología que avanzan a una velocidad cada día mayor, se le resta valor a la alta cultura y no se adquiere desde el hogar y la escuela el amor por la lectura ni se enseña a los niños y jóvenes a apreciar el arte y cuando el gobierno, a la hora de asignar recursos, discrimina a las humanidades como si ellas fueran menos  importantes, se perderá el sentido de grandeza y dejará de ser “válida y acuciante la reflexión sobre la vida del  hombre, sobre el sentido de la vida en sociedad y sobre los valores éticos.” Por esa razón, en nuestro Plan de Acción que publicamos cuando estuvimos al frente del Ministerio de Educación, decíamos que no nos interesaba “atiborrar las mentes de informaciones inconexas sino enseñar a pensar correctamente. Y más aún, (decíamos) no nos interesa tan solo enseñar a pensar lógicamente, sino también enseñar a pensar y decidir éticamente”(1)
Suceden cosas terribles cuando los países se olvidan del humanismo, de los valores éticos, y llegan hasta la destrucción de seres humanos inocentes. Yo me explico la desesperación y las depresiones que sufrió Oppenheimer cuando se enteró del horror que había causado la bomba atómica que él había inventado,  le vino a su mente, como si fuera suyo, un poema épico de la India titulado Bhagavad Gita, el cual dice “Me volví muerte, el destructor de mundos” A partir de ese momento su vida cambió y lo que hubiera podido ser un orgullo para él por la importancia de su invento, se convirtió en un permanente remordimiento.
Y sin llegar a la destrucción que produjo la bomba atómica, si nos olvidamos del humanismo, podemos perder la libertad, promover el odio y abrirle el camino a la autocracia.
Sobre este importante tema Mario Vargas Llosa presentó, el miércoles 24, un ensayo titulado “La civilización del espectáculo” y en la presentación dijo que la cultura no solo está para entretener, “no solo por el placer que produce leer una obra literaria o escuchar una hermosa sinfonía” sino porque cree que “el tipo de sensibilidad, imaginación, apetitos y deseos que la alta cultura y el gran arte producen en el individuo lo arman y equipan para vivir mucho mejor y para ser mucho más consciente de la problemática en la que está inmerso así como para ser más lúcido respecto a lo que anda bien y mal en el mundo en que vive.”. Y, más adelante agregó: “haber podido leer a Joyce o a Góngora ha enriquecido mi vida enormemente. Me hizo entender mejor la política, las relaciones humanas, además de lo que es justo y lo que es injusto”.
Sobre el autoritarismo, Vargas Llosa afirmó que “todas las sociedades autoritarias han establecido sistemas de censura por la desconfianza que les transmitía la cultura”. La Inquisición se creó para impedir la libre emisión de las ideas y las creencias, y también para encasillar el pensamiento, algo que también han hecho el comunismo, el fascismo o el nazismo”. Y terminó diciendo: “la alta cultura es inseparable de la libertad porque ha sido siempre crítica”. (Madrid, El Imparcial, 23/04/12)
Mérida, 28/04/12
acardenascolmenter@gmail.com.                                                                              


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