sábado, 18 de febrero de 2012

PROYECTOS PEDAGÓGICOS DE PLANTEL


      LOS PROYECTOS PEDAGÓGICOS DE PLANTEL

Nota: Este documento es parte de uno mayor titulado “La Calidad de la Educación y los Proyectos Pedagógicos de Plantel”, publicado por el Ministerio de Educación en diciembre de 1995.

Introducción


Hoy en día sabemos que el desarrollo de una sociedad se basa en la educación de sus ciudadanos. Lo que es importante destacar es que no estamos hablando de cualquier educación, sino de una educación de calidad.

Porque, ¿de qué nos sirve dictar normas y procedimientos, de qué sirve legislar y administrar, para qué se construyen escuelas y se invierten recursos, si la educación que reciben los ciudadanos es mala o mediocre?

El centro de gravedad de nuestra política educativa quiere estar en lo que ocurre en las aulas. Porque sabemos que así como existen muchos docentes que saben enseñar y que educan con sus actitudes, también existen innumerables casos de malversación del tiempo y del esfuerzo educativo. La rutina se ha ido adueñando de las prácticas pedagógicas. Se “pasan los objetivos” pro no se educa. Responden nuestros muchachos a los cuestionarios y hacen sus tareas, pero aprenden y se desarrollan intelectualmente muy poco

Eso es lo que pretendemos cambiar, el conformismo y la pobreza formativa de los rituales escolares, para incrementar la calidad de nuestra educación en todos los niveles y modalidades del sistema. Esto no quiere decir que debamos buscar que las nuevas generaciones aprendan más y más cosas. No va por ahí el cambio al que aspiramos. Por el contrario, se debe tratar de que adquieran menos conocimientos dispersos y banales y que. más bien, de que aprendan lo esencial de una manera sólida y que, sobre todo “aprenda a aprender” de manera autónoma. Basta ya de atiborrar a las mentes de informaciones inconexas. Enseñemos a pensar correctamente y también enseñemos a pensar, a valorar y a decidir éticamente.

¿Cómo se hace eso? Dejando de lado los modos rutinarios de actuar y considerando a la educación no como una preparación para la vida, sino como una continua experiencia de vida intelectual y ética que es su esencia, lo cual exige, como principal política, la transformación de las prácticas pedagógicas para mejorar la calidad de nuestra educación, cuya herramienta fundamental son los “Proyectos Pedagógicos de Plantel”.

Un proyecto pedagógico de plantel no es otra cosa que un conjunto de acciones planificadas de manera colectiva por los docentes, directivos y miembros de la comunidad educativa, las cuales se orientan a resolver los principales problemas de la institución.

Entendemos desde el Ministerio de Educación que para que aflore un nuevo clima, en el que las energías de las comunidades educativas se centren de manera constructiva en resolver los problemas pedagógicos de la formación, se necesita que el Ministerio no solo permita una mayor autonomía y creatividad en la actuación de los docentes sino que estimule y apoye esa creatividad.

Por eso, los docentes deben tener claro que el Ministerio de Educación no está pretendiendo implantar un nuevo modelo o paradigma curricular determinado, porque entiende los proyectos pedagógicos de plantel más bien como una metodología de acción que permite generar un clima intenso de reflexión sobre las prácticas pedagógicas, a partir de una revisión de las características particulares de los alumnos y de su entorno para propiciar el uso más provechoso posible de los recursos que la escuela posea, y para que los niños y jóvenes aprovechen al máximo su paso por ésta. De allí que se incentive a los docentes a mejorar sus capacidades y habilidades –a las cuales se considera el principal recurso- a asumir más plenamente su rol profesional y a generar una mayor identificación con la institución y la comunidad.

En consecuencia, el primer paso de la acción de los docentes es la reflexión compartida sobre la realidad de su plantel, centrando el análisis que se debe realizar en las características de sus propias prácticas y en las dificultades y habilidades que tienen los estudiantes para aprender.

Con ello, volvemos a poner el acento en aquello que justifica el quehacer profesional de los docentes y que tipifica su identidad: los problemas pedagógicos.

Desde tal perspectiva asumimos, como Ministerio, que sería equivocada la estrategia de tratar de implantar “desde arriba” cualquier renovación pedagógica. No se tratará  esta vez, por lo tanto, de adoctrinar a los docentes en determinada teoría o técnica pedagógica para luego conminarlos a que las apliquen.

Ese camino sería equivocado porque la filosofía educativa del país es una sola, pero en el terreno del quehacer pedagógico existen muchas teorías y una cantidad aún mayor de técnicas y estilos de trabajo distintos, los cuales pueden ser pertinentes para alcanzar los objetivos de la política educacional. No se trata de uniformar el estilo pedagógico de los planteles desde arriba.

Más bien entendemos que la renovación pedagógica debe surgir de la autocrítica profesional y de la inventiva de cada equipo de docentes. Los actores principales del cambio pedagógico son y deben ser los docentes y los directivos de cada plantel. Lo que toca al Ministerio de Educación es propiciar un clima que lo permita y estimule y acompañar este proceso, apoyar con sus recursos la capacitación de los docentes, dar asistencia técnica a sus ensayos y evaluar y reconocer los resultados.

En atención a esta reflexión, debe recordársele a los docentes que no deben esperar a que se produzca la reforma de los programas de estudio para comenzar a desarrollar las innovaciones y experiencias pedagógicas. A los programas ha de tomárseles como guías indicativas y pueden y deben ser reformados en la práctica a partir del análisis profesional que realice cada quipo de docentes. No se tratará, en lo sucesivo, de adaptar la vida escolar a los programas sino de adaptar los programas a la realidad de cada escuela.

Esto quiere decir que si bien existen ejes y coordenadas generales en toro a los cuales se desarrolla la labor escolar (contenidos sobre todo en la Ley Orgánica de Educación y en el Plan de Acción), cada grupo de educadores en cada plantel debe responsabilizarse por el diseño de diferentes experiencias de trabajo pedagógico.

El Ministerio de Educación sostiene que así como la política educativa nacional que le corresponde formular es única, los proyectos pedagógicos de plantel, representándola, han de ser diversos puesto que no todas las situaciones escolares son iguales, ni existe un método único para hacer pedagogía, ni el estilo d trabajo de los diferentes grupos de educadores tiene por qué ser el mismo.

Queremos que cada equipo de docentes diseñe su particular manera de hacer pedagogía y que enfrente con inventiva los problemas específicos de aprendizaje y de formación de sus alumnos, al igual que su necesario perfeccionamiento como profesionales.

La Historia Escolar es útil para la elaboración de un proyecto pedagógico de plantel. En ella deben definirse claramente los siguientes aspectos:

Consideraciones generales del plantel.
¿Qué escuela tenemos?
¿Cuáles problemas y capacidades o fortalezas tenemos?
¿Qué escuela queremos?
¿Qué objetivos debemos lograr para alcanzar la escuela que queremos?
¿Cuál es el camino a seguir, es decir, de dónde estamos saliendo y cómo hacer para llegar a donde deseamos y debemos llegar?
¿Cuáles son las acciones a llevar a cabo?
¿Qué resultados esperamos este año escolar?
¿Cómo vamos a saber los resultados, cómo vamos a evaluar la calidad y el éxito de nuestras acciones?
¿Qué necesitamos para poder alcanzar nuestros objetivos?
¿Qué podemos hacer desde ahora, es decir, cuáles acciones dependen exclusivamente de nuestro trabajo pedagógico y qué podemos empezar a poner en marcha?
¿Qué personas, organismos, instancias o instituciones podrían colaborar o participar y de qué manera lo harían?

Consideraciones sobre los problemas pedagógicos:
¿Cómo está la situación en cuanto a comprensión de la lectura, expresión escrita, dominio de operaciones y de problemas matemáticos?
¿Cuántos repitientes tenemos este año?
¿Cómo están las inasistencias diarias de los alumnos?
¿Cómo está el rendimiento de cada aula según sean varones o hembras?
¿Cómo está la tasa de deserción y de matrícula anual?

Información centrada en las funciones, las tareas y el desempeño del equipo de docentes que trabaja en la escuela?
¿Qué cursos o aprendizajes tiene determinado colega que nos pueda servir a todos?
¿Qué otras posibilidades tenemos de intercambiar experiencias que contribuyan a formarnos unos a otros?

Condiciones materiales de la escuela:
¿Dispongo del material que me ayude a motivar una clase de matemáticas o de historia?
¿Puedo mejorar la distribución de los muebles de la sala de clase?
¿Cómo está la dotación de libros y de materiales didácticos de la biblioteca o de mi aula?
¿Qué podemos compartir entre colegas?
¿Podemos censar todo lo que cada uno utiliza y ponerlo a la disposición de todos?
¿Podrían el director o algunos docentes encargarse del inventario y proponer acciones y soluciones?
¿Qué servicios y equipos tiene la escuela: materiales didácticos, fotocopiadora, multígrafo, bibliotecas, servicio de Psicopedagogía y otros?

Condiciones sociales y económicas de nuestra comunidad:
¿En qué categoría social pueden ubicarse las familias que nuestra escuela atiende?
¿Qué vida tienen los niños en su casa: horarios de sueño, de vigilia, dedicados a la T: V., a los juegos o a las padillas de la calle o del sector?
¿Se dispone en la zona de infraestructuras o instituciones para el uso del tiempo libre: canchas, teatros, cines, bibliotecas, asociaciones culturales, etc.?
¿Cómo son las relaciones de la escuela con su entorno vecinal?

Debilidades y fortalezas del plantel:
¿Los docentes tenemos capacidades o competencias variadas que puedan compartirse o intercambiarse?
¿La dotación de la biblioteca es suficiente y está en buen estado?
¿Existe un buen espacio para canchas y para usos múltiples?
¿El número de días no trabajados es alto?
¿Las suplencias so muy frecuentes?
¿En qué nivel están los índices de comprensión de la lectura de los alumnos?
¿Cómo apoyan los representantes la labor escolar?

El Ministerio de Educación a partir de esta comunicación pública, pone en marcha su proyecto central, de estímulo y apoyo a los proyectos pedagógicos de plantel bajo la coordinación de la Dirección de Docencia y con el apoyo técnico del Centro de Investigaciones Culturales y Educativas (CICE), al cual se habrán de integrar, en forma voluntaria y en lapsos progresivos, los planteles donde así lo hayan decidido sus comunidades educativas.

Para una primera etapa, la del curso 1995-1996, el Ministerio se compromete a formar el equipo central y los equipos estadales, integrados por directores, supervisores y profesores universitarios, para que realicen el acompañamiento técnico a cien planteles, entre aquellos que voluntariamente se postulen, en el Distrito Federal y en otras regiones del país,

También se compromete el Ministerio a elaborar y difundir, a partir de enero de 1956, un manual autoinstruccional que ayude a las comunidades de docentes a diseñar e iniciar sus proyectos pedagógicos de plantel. Igualmente, se organizarán dos coloquios de alto nivel, con invitados de otros países para contrastar sus experiencias con las que entre nosotros se inicien. Se creará un Centro de Difusión que tendrá como objetivos alimentar los proyectos pedagógicos de plantel en marcha con literatura pertinente y editar una revista en la cual se recojan los informes y análisis de los docentes de base que participen en estos proyectos. Y, por supuesto, se prepararán los equipos necesarios, con los criterios y técnicas adecuadas, para ir evaluando este proceso y sus resultados.

A integrarse a esta tarea patriótica, en una u otra modalidad, invita el Ministerio de Educación a los docentes, directores, supervisores, a las universidades, a los equipos técnicos e instituciones que ya colaboran o pueden hacerlo, a los padres y representantes y a los propios estudiantes. Porque para regenerar a nuestra educación todos debemos estar en primera fila, para aportar nuestra específica cuota de trabajo. Esa es la invitación que hacemos.

Antonio Luis Cárdenas Colménter, Ministro de Educación.

Miembros del equipo coordinador de los proyectos pedagógicos de plantel:
Consuelo Briceño Canelón, Dirección General de Docencia.
Mariano Herrera, Director de CICE.
Leonardo Carvajal, Profesor de la UCV y Asesor del Ministro.
Jesús Díaz, Profesor de la UPEL y UCV y Asesor del Viceministro.
María Angelina Rodríguez, Dirección de OSPP.
Felipe Becerra, Consultor de la UCEP
Jesús Gilberto Andoneguí Millán, Consultor de la UCEP.






 




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